Fes es un lugar muy peculiar algo muy diferente a lo que hasta en ese momento conocía, una ciudad llena de pequeños callejones según el guía 2554 o algo así le entendí. Llegamos al pequeño aeropuerto de Fes y no tuvimos otra opción que tomar un taxi para llegar al Riad Doha que se encontraba dentro de la medina, la parte vieja de la ciudad.
Quedaba un poco lejos, aunque el precio que nos dieron sonaba razonable $150 dirham, algo así como $375 pesos, una vez dentro del taxi todo parecía bien íbamos observando la ciudad nueva y de repente observamos que estábamos entrando a la medina ¡que bien falta menos!. El taxi se paro y nos dijo que no podía seguir el camino en carro que lo tendríamos que hacer caminando el riad ya estaba cerca ¡ajá!
Después nos dimos cuenta que faltaba una vida. Nos bajamos y ni luces del riad. Las calles estaban un poco obscuras y de repente sorpresa como cinco callejones y no sabíamos cual tomar fue algo así como “hey escuchamos que te gustan los callejones que te parece un callejón dentro de otro callejón”. Empezamos a caminar esperando, que por obra del espíritu santo, llegáramos al lugar y yo sentía un poco de miedo parecía que estaba en un laberinto y de repente solo se veían grupos de hombres, que si le agregas el toque del idioma, parecían listos para pelear aparte que su atuendo lleva una especie de capucha y en la noche “miedo diez mil”.
Un poco confundida y reflexionando acerca de todas las decisiones que había tomado a lo largo de mi vida pensando en cuantas veces me negué a comer donas por no engordar ¿cuantas donas Rox cuantas?Inclusive pensé que se nos aparecerían los fantasmas de la navidad. Lo que se nos apareció fue un ciber lleno de adolescentes donde Geo pregunto por el lugar y uno de los muchachos se salio del ciber y repitió el nombre de riad y empezó a caminar ¿eso fue en siganme?
Supusimos que si y no empezamos a seguirlo, caminaba demasiado rápido en las calles de subida pero como parecía la única oportunidad para llegar al riad igualamos el paso. Por fin llegamos y nos pidieron que nos sentáramos en los sillones del área común en lo que nos atendían, esperamos alrededor de diez minutos y por fin un chico se acerco. Le pregunto a Geo que si era turco, nos dio risa y le dijimos que no, que eramos mexicanos y el chico empezó a hablarnos entre una combinación de español e italiano.
Se le entendía alrededor de un 70% , después de buscarnos en su lista de las reservaciones el culpo a Expedia por no haberle mandado el correo de la reservación y nos dijo que nos mandaría a otro riad que si tenía cupo ya que ellos estaban llenos. Pero había un pequeño detalle, era necesario pagar de nuevo porque su jefe no había registrado ningún pago (que oportuno), le pedimos al chico que enviara un correo a Expedia donde les preguntara que había pasado con el pago e inclusive le dejamos una copia de la reservación pagada que habíamos hecho meses atrás a lo que el respondió “No preocupa amigo, yo escribo para que tu no pagar doble comprende”. Parecía que el problema estaba casi solucionado.
Nos mandaron en un taxi con otros dos chicos de los que tampoco habían encontrado su reservación (mentiras). Eramos cinco personas en un taxi pequeño ¿han visto los trailers que llevan animales? Algo así íbamos todos apretados y el taxista manejaba todo loco mientras fumaba, en ese momento todo parecía una realidad alterna. El taxi paro y el chico que nos llevaba al riad nos dijo que lo siguiéramos mientras el taxista decía “gusto en conocerlos” pero si no cruzamos palabra solo me aventó su humo.
Vimos un hotel cinco estrellas y yo solo pensaba en cuanto nos saldría una noche en ese hotel, cuando de repente se metió a un callejón y luego a otro y luego a otro y así hasta llegar al riad. Llegamos al nuevo Riad Nassim eran como las 10 de la noche y moría de hambre. Mi comida había sido paquete de papas fritas y una cerveza.
Los otros chicos preguntaron si tenían servicio de restaurante y el encargado del hotel dijo que no pero que los mandaría a un restaurante “barato”, al perecer barato significa muy caro en marroquí. La única explicación a los exagerados precios que pagamos, como se habrán dado cuenta nosotros fuimos con los otros dos chicos al restaurante.
Para ir al restaurante un chico va por ti al hotel y tienes que seguirlo a través de los pasillos para poder llegar, después de cinco minutos llegamos al lugar y nos sentamos en una mesa disponible. Apenas nos pusimos cómodos cuando el señor nos mando con los otros chicos. “Hola de nuevo parece que el señor nos quiere sentar juntos como hermanitos”. Nos paso unos menús piratas de una comida cuatro tiempos que incluida bebidas, uno de los chicos pidió te y el mesero se negó a llevárselo diciéndole que aún no era el momento y yo solo pensaba en que lugar se niegan a llevarte lo que pides. Les describiré la finísima cena cuatro tiempos.
Primer tiempo era platos pequeños con diversas entradas como papas, nopal, zanahorias, betabel y lentejas entre otras cosas que no sabía que eran. Segundo tiempo era el plato fuerte y Geo pidió un Tajine de pollo lo que recibió fue un montón de cuscús con verduras y un pedacito de pollo. Yo pedí la Pastilla, que es un hojaldre relleno de pollo con almendras y nuez espolvoreado de azúcar glas y canela. El sabor era curioso y no lo volvería a comer.
Acabado el segundo tiempo uno de los chicos volvió a pedir su té la respuesta del mesero no, le dijo que seguía la fruta yo solo veía la tristeza del chico, en el lugar no era lo que tu querías y había quedado claro primero te sientan donde quieren y luego te dan la comida en el orden que quieren. Tercer tiempo era un plato de mandarinas como con cuatro plátanos verdes. El cuarto tiempo ¡Por fin llegó el té! vi al chico casi llorando de felicidad, el te iba acompañado de unas galletas medias feas.
Se llegó el momento de la cuenta y sorpresa nos habían dado carisimo el menú “cuatro tiempos”. Ni hablar pagamos y tuvimos que esperar a que el muchacho nos llevará de nuevo al hotel. Eran alrededor de las 11:20 de la noche y caminábamos de regreso al hotel nosotros, los dos chicos y el adolescente cuando un señor se le emparejo al chico que nos guiaba caminos al hotel.
Comenzaron a discutir y yo los veía con cara de miedo. Me imaginó porque el señor me vio y me dijo en inglés: “No te preocupes soy policía encubierto, todo esta bien”. Yo no creía del todo que fuera policía, pensé que nos pediría dinero o algo así. De repente otro señor y un anciano aparecieron y no se que tanto decían entre ellos yo solo pensaba “Ay Jesús ay Jesús”.
Dos minutos después nos preguntaron que si el muchacho nos había llevado a un restaurante y que si íbamos regreso al hotel. Los chicos le contestaron que si y yo solo era como una piedra antes de irse el policía me dijo “todo esta bien”. Asentí con la cabeza, al menos eso creo, y por dentro pensé “¿esta bien? a usted no le van a subir la molleja del susto”. Todo esta contado desde mi perspectiva de pequeña niña miedosa en Marruecos. A los demás solo los saco de onda y ya, yo sin embargo quería que me hicieran un capitulo de “Yo sobreviví”. Llegamos al hotel sanos y salvos y era momento de descansar.
Continua leyendo en Segundo día en Fes, en nuestra visita a los mercados de Fes y nuestro guía inesperado.
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