La comida ha sido ya tema en este blog en varias ocasiones, en si la idea siempre ha sido hablar sobre los puestos callejeros y las delicias locales de lejanos países. Meses atrás en Asia las expectativas eran altas en varias cocinas, mientras que otras ni siquiera sabía con certeza qué sorpresas obtendría. La mayor de todas, sin duda, fue la comida malaya. Pero antes de comenzar a contar sobre sus deliciosos platillos hay que retroceder un poco para conocer la cultura malaya y así entender su gastronomía mejor.

Malasia es un largo y delgado país al sur de Asia con una curiosa historia que dejo una población de lo más diversa desde hace siglos. Por un lado están los propios malayos que comparten cultura con Indonesia, en el otro los chinos que arribaron desde el norte y finalmente los indios que llegaron en la conquista británica a Malasia. Cada pueblo tiene ciertas características culinarias que a pesar de encontrar los platos separados en estos grupos guardan cierta relación en base a los ingredientes locales que le otorgan una personalidad a los platillos.

Laksa

Si pudiera escoger sólo un platillo de toda Asia, no bromeo sería el Laksa. En pocas palabras es un caldo picoso con noodles. Simple y sencillo. Claro como los tacos, existen muchas versiones siendo los de la isla de Penang los más populares, y no puedo negarlo. En general en base al caldo es como se clasifica en dos grandes familias, los de “curry” que tienen leche de coco y los “asam” que son agrios con tamarindo. Dificil de escoger entre ambos.

El Laksa es un platillo que simplemente es complicado decidir si es chino, indio o malayo puro porque contiene elementos que bien por los noodles podría parecer chino, pero por los perfumados y sabrosos caldos especiados indio pero la mezcla de chiles del asam lo centra totalmente al sur de Asia. Cuando llega el asunto de los toppings, se vuelve ya irreconocible de que lado viene con tantas opciones, que siendo las clásicas bastante sabrosas como cubos de sangre de cerdo o las bolas de pastel de pescado. Suena horrible y apestoso, pero nada de eso. Es una delicia picante que no te deja satisfecho hasta que te comes una segunda porción.

Char tow kway

Difícil de pronunciar, dificil de entender pero sencillo y delicioso. Este platillo de inspiración china se consigue en las calles de Malasia con señores que cuentan con enormes planchas donde toman pequeños pedazos de “pastel de rábano”, que hacen con harina de arroz, y es frito con huevo y una oscura salsa llena de umami-flavor que solo abrirá el apetito para salta al siguiente puesto callejero y quizás comer algún extraño postre malayo.

Mee

Continuando con la experiencia chino-malaya, están los Mee que podría decirse que son todos los noodles que no son laksa, o algo así. Complicado de explicar y de buscar en las calles, lo mejor es mirar que Mee están disponibles en los puestos y disfrutarlo. Aquí el dato curioso es que en muchas partes de Malasia existen especie de “food courts” llenos de puestos que bien podrían estar en una esquina y ya, entiéndase no esperes nada elegante. O bien también funcionan en el esquema comunitario con algún café. Te sientas dentro de un café y ordenas un delicioso café blanco y puedes comprar comida de los puestos en la calle afuera y seguir sentado.

Nasi Kandar

Los primeros días en Malasia veía estos curiosos lugares que no me quedaba claro cómo operaban porque veía una especie de buffet con grandes cantidades de arroz y guisos al centro o bien filas de personas en una caja y un sujeto detrás de este buffet despachando platos. Quedaba claro que no era un buffet pero era complicado porque había tableros enormes de palabras malayas con precios tan variados que me dejaban en duda.

Unas horas de investigación en Internet me explicaron que es el Nasi Kandar y porque es tan hermoso. Lo más sencillo es que no es buffet y pagas por lo que comes, ya sea que lo pidas o que te lo sirvas a discreción. Comienzas con un plato que llenas de arroz blanco o biryani, claro que si es biryani es más caro, agrega unos huevos fritos o cocidos y un poco de más proteínas como pollo tandoori o algún curry de pescado. Bañarlo en más curry porque es como lo hacen los locales y remata con alguna mezcla misteriosa pero deliciosa de verduras salteadas al lado. Obtienes un enorme plato de buffet que te cobran por la cantidad y tipo de ingredientes que escogiste.

Agrega 10 puntos tu nivel de local y habilidades indias si comes con la mano con un café. Y recuerda que la comida es halal, así que nada de cerdo ni cerveza. Que es algo muy curioso en Malasia porque si la comida es más china que india, más posibilidad es que sea cerdo y tengan cervezas frías. Aún así cualquiera de las 3 es deliciosa. Existen más platillos como el Murtabak, Asam pedas, Nasi goreng, y Satay entre otros que son una gran familia de exquisitas comidas lejanas que ya añoro probar de nuevo.