Antes de visitar los países me gusta ver uno que otro programa que me ayude a formar una pequeña imagen de la experiencia que viviré, cuando veía algunos de la India a lo que más temía era a su comida llena de especies que arremeterían contra mi cuerpo a través de la colitis ¡oh Dios qué equivocada estaba!.

Dicen que las mujeres somos como una montaña rusa de emociones, en lo personal me considero estable en ese aspecto y como turista soy un amor pero la India si que me transformó. Podía pasar de un estado de depresión a un “voy a contratar a una banda de monos cholos para que destruyen tu tuk tuk” después de eso prometo comerme todo su curry y robar tus vacas (dedicado a todos los tuk tuks que me estafaron).

Como no me iba a deprimir si pasar esta avenida era la muerte

De todos los países que he visitado, la India por mucho es única, un recorrido por sus calles es una experiencia mágica. Imaginen lo que es estar frente a frente con una vaca y saber que la vaca lleva preferencia ”por favor señora vaca hágame saber si le estorbo”, si a eso le sumamos la armonía que generan los tuk tuk y las motos que literal no quitan la mano del claxon indicando que puedes morir atropellado en cualquier momento. Porque si se lo están preguntando el tuk tuk y las motos también llevan la preferencia. Después de un par de días se convirtió en una batalla personal donde valía la pena morir insultando a un tuk tuk con palabras mexicanas altisonantes que ni Krishna podría ayudarlos a entender.

Geo reflexionando sus malas decisiones

Después de haber juzgado tan mal a Marruecos esta vez quería ser mejor persona y no fijarme en todo lo malo, me repetía a mi misma “vamos Rox no todo es tan malo” ¡maldita sea porque seguía retando al destino en un país donde todo era posible! Un paseo jamás sería aburrido podías encontrar atracciones múltiples llenas de gente que intentarían estafarte una y otra vez o pequeños niños con canastas en las manos hablando cosas como ”LOL, LOL, LOL, PHOTO” a los cuales no podía evitar voltear a ver y decir “Que quieres decirme pequeño…….” cuando veía una serpiente dentro de la canasta. Uno de esos momentos en la vida en los que descubrí mi capacidad para correr era grande.

Si a eso le sumaba la horrible sensación de sentirme acosada todo el tiempo y es que no importaba lo mucho que me esforzaba para no notarlo, los indios son ultra bobos así que ya no me sorprendía voltear y ver sus caras de “Ola k ase”. Pero era un comportamiento normal siendo turista, me di cuenta que no son bobos ellos simplemente no discriminan “no importa tu nacionalidad” siempre habrá un indio dispuesto a casarse contigo ¡oh indios! En un momento pueden estar orinando en la vía pública y en otro intentando seducirte.

La mirada seductora de los indios

Entrar a las atracciones turísticas era como cruzar un portal invisible del cual aún estoy 99% segura de que existe, de repente todas las calles sucias y los adornos rojos que se impregnan en las paredes en forma de escupitajos (poder adquirido con el tabaco masticable que les encanta) eran reemplazadas por verdaderas obras arquitectónicas que se imponen con su grandeza, pasto verde, calles limpias y ardillas sonrientes ¡era como si hubiera tomado drogas! Pero sin tomarlos.

Lo más dulce la India

Su comida, para mi sorpresa, logró seducirme desde la primera vez. No se cuantos tipos de curries o naans tengan pero juro que los amaré a todos por igual. No me hizo daño en lo más mínimo y no importaba donde la probará era deliciosa. Cuando probé por primera vez su chai fue como uno de los momentos más felices de mi vida seguido del día que salimos de la India. La experiencia gastronómica fue casi el todo de mi viaje, fue justo en ese momento donde descubrí que todas las experiencias que había vivido previamente eran necesarias para llegar a disfrutar de tan deliciosa comida.

Thali, una explosión de sabor indio

Puedo decir que conocer la India si es una de las cosas que tienes que hacer antes de morir, son tantas experiencias que no vas a vivir en otro lugar más que en la India. Mis lugares favoritos están en el siguiente orden Varanasi con toda su carga espiritual, Agra con el romántico Taj Mahal, y Delhi…. Oh pequeño Delhi tu eres como el hijo que nunca quisiera tener, después de haber expresado todo lo que me causo daños psicológicos de la India estoy lista para seguir con mi vida.