Sabíamos que visitaríamos Turquía pero aún no teníamos bien definido todo el itinerario, Estambul y Capadocia, era un hecho pero nos sobraba un día que podíamos aprovechar en conocer otro lugar, Geo me dijo:

“Rox necesito que me digas que lugar quieres conocer en Turquía. Participa en el itinerario.”

Buena pregunta no tenía ni idea de que había en Turquía. Era momento de investigar, desorientada y sin respuesta hice lo que cualquier persona en su sano juicio haría hecho, entre a Google seleccione imágenes y puse “lugares turísticos en Turquía así bien bonitos” , aparecieron algunas imágenes de capadocia mmm no me sirven y de repente vi unas albercas que parecían de aguas termales en la nieve ¡interesante! tenia que saber como se llama el lugar y el nombre era Pamukkale, realmente se trata de formaciones minerales con aguas termales ¡cool! ya estaba decidido formaría parte del itinerario.

Concluida mi investigación le mande las fotos a Geo y me imagine que se quedaría asombrado de mi increíble búsqueda y me diría “Rox eres tan increíble cásate conmigo plis” y yo le diría puede ser, lo que realmente paso es que Geo me dijo “Ya lo había visto pero queda muy lejos” era dramatime ya saben cosas como “me hubieras dicho así ni me desgasto buscando” o el “pos como quieras” al final decidimos si venir ¡ah que caray!.

Saliendo de Estambul iríamos a Pamukkale a través de una aerolínea barata llamada Pegasus. El vuelo no duro mucho solo una hora y de allí tomamos un camión que nos llevaría a las piscinitas mágicas de los minerales curativos . Llegamos al aeropuerto de Denizli el cual era muy pequeño, recibía como 3 vuelos al día. Es el primer aeropuerto donde nos dejaron salir del avión y llegar caminar así la entrada, como la vista era de las montañas nevadas y con el avión de fondo obviamente fototime y ya hasta me había imaginado los hashtag #casual #bajandodelavion #hermosavista #montañas #nieve #vida #KasdashianStyle algo así.

Echando barrio afuera del avion

Al llegar tomamos el camión que nos cobro 20 liras por persona no sabíamos si era mucho o poco pero sonaba justo. Tenia entendido que el trayecto seria de 1:40 hrs. Antes de seguir platicándoles acerca de mis aventuras me tomare unos minutos para quejarme ampliamente de una problemática social que se presento tanto en Turquía como Marruecos, a la gente simplemente no le gusta hacer filas lo que si les gusta es meterse a la cola, y para evitar malos entendidos definamos cola.

Cola - definida por la real academia de los tamales como la secuencia de gente formada de acuerdo a su llegada la cual espera recibir un servicio, la personas que más tiempo llevan esperando serán las primeras en recibir el servicio ¿o no?.

En Marruecos y Turquía al parecer los únicos que hacen filas son los turistas y unos cuantos locales, enfrente de nosotros se metieron unos adultos mayores o viejitos pues y pensé que tal vez era algo cultural dejarlos meter no me incomodo en lo mínimo, seguimos esperando y de repente un señor con su esposa y su hijo se metió y nosotros nos quedamos con cara de ¡pásele señor Bruno!. Que decir de una vez que empezamos a abordar el avión solo los veías como se iban metiendo a lo largo de la fila yo solo pensaba si estuviera en México ya se hubieran escuchado los chiflidos y el típico ¡a la cola, a la cola! que bonito.

Después de haberme desahogado continuare hablándoles de Pamukkale. El camión avanzaba y avanzaba, mientras tanto solo se veía que la civilización se iba perdiendo yo solo esperaba que en el pueblo hubiera cervezas y comida ya que en los lugares pequeños en temporada baja muchas veces suelen cerrar, ya nos había pasado en previas vacaciones que llegabas a los lugares y parecían abandonados. Pero Pamukkale parecía diferente en las fotos la gente se veía feliz y la felicidad casi siempre es generada por un factor, no se si es el medio en que me desenvuelvo pero el 90% de las personas que conozco son felices cuando beben ¡que caray!.

Ya había pasado como 1:20 de trayecto y el boletero nos pidió que las personas que fuéramos a Pamukkale nos bajáramos ¡wiii ya llegamos! Me baje y había mas civilización de la que me esperaba después de todo no era un pueblito parecía que hasta me faltaría tiempo para explorar el lugar, pequeña broma del destino aun íbamos a transbordar. Eso lo entendí cuando nos pudieron que nos subiéramos a una camioneta para llevarnos al pueblo era demasiado bello para ser cierto estábamos en Denizli.

Rox en Pamukkale que no era Pamukkale

Llegamos al centro del pueblito y era momento de agendar nuestro regreso al aeropuerto para el día siguiente, escuche que algunos se regresarían el mismo día y solo pensé “queee quien se regresa el mismo día dahh” seguramente ellos pensaron “queee quien se queda aquí dahh” ¿adivinen quien tenia la razón?.

Salimos en búsqueda del hotel y hacia bastante y sumando el fuerte viento no era el mejor clima para caminar, algo que no podía evitar pensar es como querían que me pusiera sandalias para entrar a las piscinitas mágicas de minerales poderosos ancestrales de pikachu, esa petición sonaba hasta inhumana por el frío que hacia ya lo tenia resuelto si me pedían que lo hiciera me iba a rehusar ¡tengo dignidad y se como conservarla!.

Llegamos a el hotel y a simple vista parecía abandonado la piscina estaba llena de cosas y en lo que parecía ser la recepción no había nadie, nos pasamos y de una de las habitación salió el señor que era el dueño del hotel apenas íbamos a decir lo de nuestra reservación cuando nos pregunto de donde éramos y nos dio la llave número 14 inclusive nos acompaño a la habitación y rápidamente reviso que todo estuviera en orden, nos pregunto si descansaríamos o iríamos a Pamukkale para después llevarnos a la azotea y enseñarnos la vista panorámica del pueblo. Básicamente eran casas y las piscinas mágicas. Antes de ir a las piscinas le preguntábamos si era necesario llevar sandalias a lo que el dijo que no y yo pensé que alivio mi cara se lleno de felicidad, un minuto después dijo no los dejan entrar con ningún tipo de calzado “whattt” ok oficialmente iba a perder mi dignidad ¡que caray!.

Vista de Pamukkale

Con mi mente preparándose para recibir una descarga de frío en los pies una de esas de las buenas de esas que dejas de sentir los pies, lo bueno es que en alguna parte del recorrido el dolor se iría y solo me repetía “todo pasara Rox todo pasara”. Ok iba a cruzar la zona mineral descalza pero solo una vez ni piensen que en el regreso haría lo mismo ¡mi dignidad esta primero, llegamos a comprar los boletos que nos costaron alrededor de 20 libras por persona e incluían las ruinas romanas “esos romanos eran unos loquillos estuvieron por todos lados”.

Rox aparentando valentía

Ya casi era momento de quitarnos los zapatos veía a la gente que ya estaba en las piscinitas sacándose una y mil fotos de seguro había exagerado con la cuestión del frío, me quite los zapatos y calcetines y di el primer paso en realidad no fue tan malo como lo pensaba ¡fue peor! sentía una picazón en los pies mientras le decía a Geo ¡auch! ¡dolor! ¡frío! ¡frío con dolor! ¡como que si cala! ¡ah que caray! y frases por el estilo, llegamos una parte donde había sol y los pies ya se sentían mejor era momento de fingir valentía y aparentar que estaba viviendo una de las mejores experiencias de mi vida así que le dije a Geo que me sacara unas fotos.

Geo aparentando que el frío no le hacia ni cosquillas

Mientras más avanzábamos las cosas mejoraban o mis pies perdían sensibilidad no se que estaba pasando exactamente, ya íbamos a mitad del camino ya casi llegábamos a el camino de aguas termales ¡cool! era momento de tomar más fotos para posteriormente hacer grantime total ya casi ni sentía, por fin llegamos a las aguas termales y todos mis dolores desaparecieron meter los pies en el agua caliente fue un wow y con la presión que llevaba el agua era como un masaje ¡no quería sacarlos nunca!, nos tomamos un tiempo para disfrutar de la merecida recompensa y platicar un poco de la vista que teníamos pero ya era memento de seguir caminando solo faltaba la recta final.

Recuperando la sensibilidad de mis pies en las aguas termales

Caminamos por las ruinas que estaban bastante conservadas incluso mejor de las que tenían en roma, estaban al aire libre y te dejan caminar por ellas con completa libertad inclusive podías tocarlas o eso creo no vi ningún letrero que dijera que no, como ya se comportarme en los museos solo toque algunas cosas no todo, caminamos como cuarenta minutos y ya teníamos sed era momento de ir a comprar agua para hidratarnos así que fuimos a la única tiendita abierta, tenían cerveza y estaba casi al mismo precio que el agua ¡ah que caray! Terminamos comprando una cerveza y unas papitas.

Nos faltaba caminar al teatro que se encontraba en la parte alta de las ruinas y el cual prometía una excelente vista y así fue llegamos y la vista era hermosa, los escalones se veían muy dudosos como para intentar bajarlos así que decidí quedarme sentada mientras veía a Geo bajar la verdad si me dio un poco de miedo que se pudiera caer y mas porque volteaba a verme y a decirme “No vas a bajar esta bien padre”, bajo saco algunas fotos y subió de nuevo. Prácticamente ya habíamos recorrido todo lo que teníamos que ver era momento de bajar a buscar comida.

Vista de teatro

Era momento de salir ¿por donde creen que era la salida? Es correcto por el mismo lugar que entramos era momento de quitarnos los zapatos nuevamente ¡ah que caray medio día y ya había perdido mi dignidad dos veces!. Caminamos por la calle central la que se suponía que estaría llena de restaurantes y así fue solo que casi todos estaban cerrados, comimos en el primero el señor parecía muy amable y una vez que entramos al local apenas y nos tomo la orden, simplemente no comprendía te invitan con tanto entusiasmo a pasar y luego ni te pelan.

Pamukkale antes de bajar al pueblo

Terminamos de comer y el plan era recorrer el pueblo, 10 minutos después ya estaba hecho habíamos recorrido todo y eran como las dos de la tarde prácticamente hubiéramos podido regresarnos el mismo día.

Desilusionados y un poco cansados regresamos a la habitación del hotel que estaba heladisima así que decidimos darle otro oportunidad al pueblo, caminamos y hacia bastante frío aun con la ropa térmica y doble suéter sentía mucho frío, simplemente me negaba a caminar mas bajo esas condiciones. Entramos a un restaurante bar y allí pasamos gran parte de la tarde observando por la ventana a la gente que moría de frío, en fin eso fue Pamukkale vale la pena visitarlo y de preferencia en una época donde no haga tanto frío.

Durante la comida

Regresamos al hotel y la señora dueña nos dijo que la reservación incluía desayuno agradecimos el gesto pero le comentamos que nuestro vuelo salía temprano, en lo que pagábamos nos dijo que nos haría unos lonches para que no los lleváramos un muy buen detalle de su parte. Nosotros teníamos miedo de regresar al cuarto porque estaba muy frío y en la habitación solo había aire acondicionado, le preguntamos al señor dueño que si tenia algún tipo de calefacción para la habitación y nos volteo a ver con cara de “ ay muchachos están bien simios”. El aire es caliente o frío y nosotros nos quedamos con cara de “wow cuanta tecnología”. Ya era momento de descansar para levantarnos temprano al día siguiente y esto fue la historia de mi visita a un lugar llamado Pamukkale.