Dentro de Turquía visitaría tres lugares Estambul, Pamukkale y Capadocia. Tres lugares con vistas muy diferentes pero con una misma cultura y en su mayoría una misma religión, la musulmana.

La ciudad de Estambul tiene amplia tolerancia a los turistas, contrario a lo que yo imaginaba. Antes del viaje mucha gente me había comentado que tuviera cuidado en Turquía, ahora creo que tenemos un estereotipo de los musulmanes bastante diferente a la realidad. Al menos a mi experiencia. La regla es básica es respeta sus costumbres y no tendrás ningún problema y esta regla aplica a cualquier lugar que vayas.

Estambul se encuentra situado entre dos continentes Asia y Europa los cuales están separados por el rio Bosphorus. Nosotros nos quedamos del lado de Europa en la parte vieja de Estambul en el Hotel Medussa. Del aeropuerto al hotel nos hicimos como una hora y media primero. Tomamos un shuttle que hace un recorrido de 60 minutos y cobra 20 liras teniendo como destino final en Plaza Taksim y de allí tomamos el tranvía por 8 liras.

Si recuerdan mi ultima noche en Grecia me había intoxicado. Nada como una intoxicación seguida de una mala alimentación y un largo viaje, no podía tener mejor cara de la alegría que me daba llegar a Estambul para muestra esta foto, Geo hacia su mejor intento para ganar su concurso de fotografía pero yo era una modelo muy nefasta.

Mi cara de felicidad al llegar a Estambul

Llegamos alrededor de las 5:00 pm al hotel, hicimos el check-in y salimos a caminar. Tengo que admitir que era poco el tiempo que llegábamos en Estambul, sin embargo veía un alto parecido entre los locales y Geo, como no podía hablar mucho porque me dolía la garganta decidí empezar a hacer una novela de la historia de Geo en busca de su papá turco.

La historia era la siguiente: “Un apuesto joven barbudo de piel canela llamado Geo iba en busca del mejor kebab, lo que este joven no sabia es que también encontraría una nueva nacionalidad y conocería a su verdadero padre”.

En nuestro primer día básicamente caminamos por la Mezquita Azul buscando información acerca de los horarios de visita y aprovechamos para sacar algunas fotos. La arquitectura de la mezquita es impresionante vale la pena tomarse unos minutos para apreciarla. Quería verla por dentro en ese momento no conocía casi nada de la religión musulmana así que me daba mucha curiosidad ver la decoración del interior de la mezquita, ese día ya no había visitas pero podíamos ir al día siguiente.

Exterior mezquita azul en Estambul

Era un poco tarde y el cuerpo me pedía comida. Empezamos a ver las opciones que no eran exactamente lo que esperaba, en general todos parecían puestos de comida rápida y yo esperaba algo mas elaborado, caminamos un poco antes de decidir donde cenaríamos pero solo había trompos de carne y solo dos opciones pollo o res en Turquía.

Nos sentamos en la terraza de un lugar que tenia vista a la avenida principal y pedimos de entrada hummus, que es un molido de garbanzo, ajonjolí y aceite de oliva con un toque de paprika. De plato fuerte terminamos pidiendo un kebab que en su mayoría tenia lechuga si tenía más platillos pero el precio era exagerado y fue justo en ese momento que descubrimos que habíamos caído en una trampa para turistas ¡Nooo!

En esa etapa del viaje parecía que lo mío, lo mío, era enfermarme. El ibuprofeno que tome había calmado el dolor de garganta que tenia pero no quería tentar mi suerte tomando fría cerveza y me decidí por un té turco realmente era bueno. Enferma y todo tenia que mínimo probar la cerveza local llamada Efes.

Cerveza Efes

No sabia si el té era muy bueno o estaba adquiriendo esa parte de la cultura musulmana de no consumir alcohol pero preferí el té. Esperaba amanecer mejor el día siguiente para darle otra oportunidad a la cerveza. Ese día mi experiencia culinaria fue muy decepcionante, con tal decepción en el corazón solo me quedaba una cosa comer baklavas y tratar de ponerle un poco de sabor al día como aun no sabia lo que me había causado alergia en Grecia me fui a lo seguro y pedí una de nuez.

baklavas

Al día siguiente salimos en busca de algo típico de desayunar y al parecer era huevo. Si quieren saber un poco más de la comida típica de Turquía que probamos pueden leer el artículo de Geo. Yo les hablare de las confusiones que sucedieron en el desayuno.

Escogimos un pequeño local cerca del hotel que parecía bien. El mesero se acerco pero no hablaba mucho ingles así que para ordenar fueron mitad señas y mitad palabras. Algo así como “Señor hambre comida té” y con los brazos señalamos el platillo que queríamos. Para nuestra suerte el menú tenia fotos, todo parecía bien llegaron nuestros tes.

Extrañamente en Turquía siempre que ordenan un te. Veías a un chico traerlos en una charola desde otro lugar no se porque no los preparan en el mismo local. Llegaron los tes y empezamos a tratar de disfrutarlos ya que te los llevan muy calientes y los vasos son de vidrio en lo que aprendes la técnica si te das unas cuantas quemadas pero el sabor valía la pena. La sensación de tomar un té era como ¡Auch me queme, ay que rico!

De repente otro mesero nos llevo un sándwich a la plancha relleno de queso y nosotros caímos ante la tentación del queso fundido que decía “comanme comanme”. La verdad es que yo tontamente pensé que los huevos lo incluían así que le di una mordida y apenas lo estaba disfrutando cuando el mesero se acerco nos hablo en turco hizo algunas señas y se llevo mi delicioso pan.

Uno de los miles cay que tomaríamos

En ese momento yo escuchaba de fondo la canción del Il Divo regresa a mi y le dije a Geo ese pan ya tenia mis mordititas de ardillita. Mientras mi cara se llenaba de pucheros, un minuto después el mesero regreso con mi pan me dio una palmada en la espalda y me dijo que lo sentía que era su culpa o algo así entendí. En otra ocasión me hubiera dado mucha vergüenza comer pero la vida me ha enseñado que casi todo tiene solución solo pagaríamos por ellos y listo.

Huevo con salchicha turca

Terminamos de desayunar íbamos a pagar por los panes de verdad casi le rogamos pero no quiso aceptar el dinero porque dijo que fue su error, le pedimos que mínimo nos cobrara uno y tampoco.

Visita Mezquita Azul y Nueva Mezquita

Hay tantas mezquitas en Estambul como tienditas de la esquina en México. Algunas de las mezquitas pueden ser visitadas por turistas, solo tienes que quitarte los zapatos y en el caso de las mujeres taparte el pelo. En el lugar te proporcionan una burca la cual devuelves al final de la visita. Yo no necesite la burca porque tenia gripa e iba mas envuelta que un tamal, solo se me veía la cara.

Visitamos dos mezquitas: la Mezquita Azul y la Nueva Mezquita. Ambas cuentan con explanadas que tiene como finalidad brindar espacio suficiente para recibir a los creyentes durante el Ramadam. El exterior de las mezquitas en Turquía es muy característico observas diversas cúpulas y varias torre que terminaban en picos pensaba que todas las mezquitas eran iguales pero en Marruecos tienen un estilo diferente.

Fuera de la mezquita hay varias llaves de agua y bancos. Los musulmanes acostumbran lavarse los pies antes de entrar a rezar, por lo regular las mezquitas tiene una área destinada para las mujeres y otra para los hombres durante el rezo. Los cantos escuchas en las calles a través de las bocinas son una forma de indicar que la oración esta apunto de empezar es el equivalente a las campanadas en las iglesias católicas.

Exterior de la Nueva Mezquita en Estambul

Los musulmanes rezan alrededor de cinco veces al día. El rezo lo pueden hacer desde cualquier lugar solo necesitan lavar los pies y que su cara apunte a la Meca. Las mezquitas por dentro son bastante bonitas del techo cuelgan muchas veladoras, usan vitrales en las ventanas que resaltan muy bien y a diferencia, de las iglesias católicas, no cuentan con imágenes. Solo con canciones y poemas escritos que representan a Ala. Es un honor que permitan el acceso a los turistas y como te dejan sacar fotos les dejo algunas esperando que les ayuden a tener una idea de como luces las mezquitas.

Interior Mezquita Azul en Estambul

Castillo de Topkapi

Una atracción que no puedes perderte es este castillo. La arquitectura del lugar es muy bonita, diferente a lo que había visto (una de las partes que me encanta de viajar es ver cosas nuevas). Nada habla de la fuerza que tuvo un imperio como los grandes y lujosos castillos que hicieron. Ya saben oro cubierto de oro y ese tipo de decoraciones absurdamente caras.

Gracias a que el Castillo de Topkapi ahora es un museo puedes apreciar gran parte de la historia y algunos ejemplares de los bienes. Que les puedo decir de la fachada era grande “Si si que se vea que hay dinero y que soy un sultán así bien chido”. Creo que eso pensaron los sultanes que habitaron el castillo y en su interior múltiples salas que en su mayoría cada una conmemoraba la diversas victorias que tuvieron los diversos sultanes, literal estaban construidas de las cosas mas caras amuebladas con las segundas cosas más caras. ¡Ellos tan carísimos de París y yo tan de Tepito!

Geo en el interior del Castillo de Topkapi

Recuerdo escuchar el audio guía que decía “Ahora veremos el salón de té que fue construido por el sultán para celebrar su victoria ante Pikachu”. Y como el castillo era enorme si había varias construcciones que ahora servían como salas de exhibición. Llego el momento de las fotos en las cuales me veras hacerle honor al blog y lucir como un tamal, digo lo importante es que vean la arquitectura y que quede la prueba de que fui y no me estoy inventando historias. Las principales exposición en las salas eran:

  • El tesoro del castillo donde apreciabas las joyas.
  • Las reliquias donde encontrabas diversos artículos con alto significado religioso.
  • El harem el lugar donde vivían todas las esposas, los hijos y algunos sirvientes del sultán.

Castillo de Topakapi exterior

Yo tenía muchas ganas de ver el harem. Me imaginaba que estaría acondicionado de tal manera que se pudiera apreciar como eran las habitaciones y la decoración que tenían pero mas bien se trata de apreciar la historia. Ya que ves el lugar y te platican como era la división donde se quedaban los sirvientes y donde se quedaban las esposas así como la habitación del sultán. Como los cuartos ya están vacíos realmente no te pierdes de mucho si no los visitas. El boleto para entrar al castillo nos costo 30 liras y al harem 15 liras.

Rox tamal

El Gran Bazar

Lo que me imaginaba del bazar era un lugar lleno de típica y deliciosa comida a buenos precios. En comida incluyo postre y bebidas, otro apartado de artesanías y esas cosas una exhibición con opción barata para comprar (la verdad no traía espacio en la mochila solo me tenia que limitar a comer ¡que sacrificio!).

En Estambul encuentras dos opciones de bazar, el turístico y el que visitan los locales . El bazar turístico esta lleno de souvenirs caros pero de buena calidad, la mayoría de las artesanías que venden son hechas en Turquía y no traídas de China lo cual se refleja en la calidad y detallado. Encontrabas principalmente vasos de té con decorados, bolsas y carteras bordadas, especies, las famosas toallas turcas y burcas. Este bazar turístico es conocido como el Gran Bazar y se encuentra en la ciudad vieja.

Geo diciendo hola en el Gran Bazar

Es fácil de llegar solo tienes que seguir las indicaciones que se encuentra en las calles, recorrimos el bazar pero no compramos nada solo fuimos a llenarnos la pupila y después de la caminada queríamos comer en algún restaurante que estuviera de paso.

Foto del Gran Bazar en Estambul

Cisternas

Las cisternas las había visto en un programa de Anthony Bourdain donde estaba de visita en Estambul y me parecieron hermosas. Un año y medio después Rox haciendo fila para entrar a verlas por 20 liras, un precio un poco elevado ya que las recorres es de 15 minutos máximo. Las cisternas servían para almacenar agua, ese era básicamente su uso, yo la describiría como un pequeño lago subterráneo (porque ahorita ya tienen peces) con muchos pilares y una zona peatonal, la verdad si fue bonito verlas pero son mas atractivas en la tele.

Saludandolos desde las cisternas

Tomar té y fumar shisha

Nada cura las enfermedades como alimentarlas de vicios es por eso que decidimos ir a fumar shisha. Quizás y me curaba, yo nunca había probado la shisha. De hecho las personas que me conocen saben que no fumo y tenia un poco de miedo que no me gustara igual ya estaba en Estambul hay que intentarlo.

Geo me dijo que fumar shisha era fácil y que el sabor era muy diferente al del cigarro que casi siempre era frutal y para terminar de convencerme me dijo “No seas mariquita Rox”. Fuimos cerca del hotel pedimos un té y la shisha como no tenían sabor Nutella tuve que conformarme con una de sabor manzana. La experiencia fue agradable y el lugar era bastante cómodo estaba un callejón que conducía a el castillo Topkapi. La luz era muy tenue, simplemente se creaba una atmósfera de romanticismo.

Geo fumando shisha

Disfrutábamos de una buena platica cuando de repente vimos que una pareja entro a un callejón misterioso lleno de dibujos un poco locos, era buen arte, le prestamos un poco de atención y se nos hizo cool. De repente otros dos chavos entraban ¡la gente entraba pero no salía! Suficientes pruebas, había un asesino serial, esa atmósfera de romanticismo ahora se sentía como el escenario de una película de terror (imaginen la música de dimensión desconocida turu ru turu ru).

Rox fumando shisha

Pedimos la cuenta y el marcador del callejón era el siguiente 8 entraron - 2 salieron, como no podía dejarlos con la historia incompleta decidí llenarme de valor y caminamos así el callejón. Veíamos el arte que era bueno y le pedí a Geo que me sacara una foto. Pensé que una forma de checar si había un asesino serial del otro lado seria aventar un gato y ver que pasaba luego me acorde de Greenpeace y avente a Geo. Los minutos parecían horas y el callejón se hacia mas pequeño y obscuro, de repente había una pintura donde el escenario era de la parte en la que estábamos parados era exactamente el mismo lugar, las puertas de la casa estaban abiertas ¿debíamos entrar o regresar?

Foto del callejón misterioso

Salió un gato y empezó a maullar. Era demasiado tarde el dueño de la casa sabia que estábamos allí y nos pidió que pasáramos. Yo solo respire profundo y rogaba que todo saliera bien. Hay disculpen quería tener mi debut como escritora de cuentos de terror, lo que realmente paso fue lo siguiente: pedimos la cuenta nos acercamos un poco al callejón para apreciar mejor los dibujos. Del lado derecho había una flecha en la pared indicando que subiéramos, subimos las escaleras y estaba una galería de arte. El artista era un señor ya grande, en el lugar se veían varios de sus obras y algunas litografías.

Había como cuatro personas viendo los cuadros. Un italiano, una alemana y dos españoles, y el señor intentaba hacer bromas en cada uno de los idiomas. En español decía algo como “ven y siéntate a ver las obras muchacha loca”. Vio a Geo y le pregunto su nacionalidad entonces empezó a decir viva “Zapata y Miguel Hidalgo” acompañado de un “no coman muchas baklavas compren arte”. Yo veía algunas litografías y el señor insistía en que me sentara, me acerco un banco y prácticamente me sentó. Le pregunto a Geo que si yo también era mexicana, le dijimos que si y el dijo que no parecía tan seguro que empece a dudarlo, después de una pequeña platica compramos una litografía.

El señor se despidió con un “Cuando estés en Mexico acuérdate de mi”.

Geo le pregunto cual era su nombre, el señor se quedo callado y le dio una tarjeta de presentación señalo el nombre y le dijo así me llamo, extrañamente nunca pronuncio su nombre ¡esos artistas son unos loquillos!