Cuando de logística se trata siempre es importante investigar los medios de transporte local y saber cual es el que te conviene más. Durante el viaje es importante elegir aquellos que permitan aprovechar los tiempos muertos como puede ser la noche es así como decidimos tomar el tren nocturno en Vietnam.

La estación del tren en Hanoi

Cada vez que pienso en un tren nocturno, digamos que no es mi parte favorita del itinerario, en el caso de Vietnam el 50% de cómo será tu viaje es misterio y el otro 50% está relacionado a lo que piensas pagar. Nuestra ruta fue Hanoi-Hue y el tren partía a las 8:45 pm para llegar al día siguiente a medio día.

Teníamos planeados viajar en el tren SE que son los ”elegantes y rápidos” la leyenda urbana dice que hasta tienen cortinitas y es con suerte el camerino será sólo para cuatro personas. Llegando a Hanoi decidimos comprar los boletos para conseguir los mejores lugares, como el idioma a veces es un poco difícil anotamos el horario del tren y el tipo de asientos que queríamos para poderlo mostrar a la hora de la compra.

Listos para la salida

La fila para comprar los boletos era corta sin embargo la atención es lenta, de hecho muy lenta. Con dos personas delante de nosotros y una que se quería meter en la fila, no voy a generalizar pero a los chinos les encanta aplicar un poco de confusión y cuando menos te das cuenta ya se metieron en la fila.

Asi luce la cabina del tren nocturno

Cuando por fin llegó nuestro turno enseñamos a la cajera la información del tren que queríamos, su inglés no era el mejor fue una de esas situaciones donde nos repetido las cosas como tres veces y nosotros no entendíamos llegando un punto a que un poco avergonzados por no entender sólo contestamos yes. Cuando nos enseñó en una calculadora el total a pagar sabíamos que algo anda mal, la cifra a pagar era menor pero también sabíamos que no habría manera de conseguir lo que queríamos la cajera no prestaba atención a lo que queríamos, lo único importante para ella era untarse un poco de pepino en las manos y vernos con cara de ¿van a querer o no?.

Despertando con la vista de las montañas

Ya con calma un poco después nos dimos cuenta que nos habían vendido los boletos para un tren diferente el tipo TN, las diferencia eran pocas podía ser cabinas ”con camas de colchones un poco duros” y cabinas para cuatro o seis personas, si la suerte era poca nos tocarían asientos en lugar de camas. Ya era cosa del destino no de nosotros.

La gente trabajando en los campos de arroz

Mi experiencia en el tren nocturno fue buena, la cabina era para cuatro personas pero por suerte todo el viaje fuimos solos. Un poco más de privacidad, aunque el personal del tren no tocaba antes de abrir. Sólo entran los primeros 20 minutos del viaje para pedir los boletos y para darte agua y toallas húmedas que te servirán al día siguiente.

Y seguían trabajando

El colchón de la cama era un poco duró pero por mucho mejor de lo que imaginaba, además venía con una almohada y una cobija que para las temperaturas se agradecía bastante el gesto. A diferencia de otros trenes en los que había viajado en este pude dormir bastante bien y al despertarme decidí salir de la cabina para tomar unas cuantas fotos, aunque el tren es un poco lento se compensa con la vista panorámica que ofrece durante el recorrido, sólo veía a todos los turistas compitiendo para sacar las mejores fotos.

El recorrido hacia Danang

A pesar de que viajamos en Enero, aún invierno, los paisajes son muy verdes, el recorrido lo puedo describir como montañas llenas de vegetación cubiertas de neblina y muchas de ellas contaban con ríos que las recorrían sin duda hermoso. Otro paisaje que aprecie bastante fue ver los campos de arroz y ver a la gente que los estaba trabajando con los típicos sombreros vietnamitas, la vista era perfecta e intentaba capturarla para después subir las fotos ¿pero que creen no lo logre? Al menos no como las recuerdo el tren iba un poco rápido y los cables estorbaban un poco.

Con esta foto me despido

Mis recomendaciones antes de tomar el tren nocturno es que lleves tus víveres ya que por extrañas razones no hay vendimia y el trayecto es largo. Si quieres evitar la espera para comprar los boletos y no batallar con el idioma siempre eres bienvenido en las agencias de viajes o en la recepción del hotel, claro que te saldrá más caro por los gastos de sus servicios.