Lunes 15 de Septiembre 2014

Estabamos algo hambrientos del día anterior que no habíamos cenado pesado sino solo comida chatarra, y el día anterior habíamos visto un lugar de esos que son como cafeterías sacada de hace decadas. Según eso desde 1924 de forma ininterrumpida abriendo 24/7. Su nombre The Original Pantry Cafe (877 S Figueroa St), y la verdad que no decepciono. Yo pedi los huevos con jamón, pero oh señor que jamón me dieron. Era como para alimentar a una familia completa. Rox se fue por los pancakes, que era como un kilo. Vale lo que cuesta por la cantidad de comida que te dan. No salimos victoriosos, lloramos con las papas hashbrown, en serio que si era mucha comida.

Desayuno en grande

Teníamos que caminar, y tachar un lugar más de nuestra lista. Hollywood fue la elección. Tomamos, por fin, el metro de Los Angeles, él cual me parecio bonito pero no hay tantas líneas, una lástima. Llegar por metro a Hollywood fue fácil, te deja afuera del Chinese Theater, lease en el centro de la diversión. El lugar estaba lleno de turistas, pero realmente lleno. Todos tomando fotos de las estrellas al suelo y de los edificios. Inclusive iban a transmitir algun evento porque estaban poniendo rejas y preparando camaras. Todo esto bajo un sol desgastante, estaba agobiante el calor. Después descubririamos una alerta en el celular que avisaba de una oleada de calor y que se recomendaba estar en lugares cerrados.

Keanu Revees

Entramos a una dulcería que era enorme, tenía laboratorio de chocolate, y opciones de muchos países y otros dulces que eran como vintage para adultos nostalgicos. Compramos unos kitkat japoneses de sabor té verde, no eran tan buenos. Por todo Hollywood Boulevard había locales de souvenirs y entramos a uno. Mucha basura para llevar a casa, y lo hicimos. Veíamos como llegaban y partian camiones que iban a las casas de las estrellas y otros a los estudios de filmación. La verdad que no fue tan atractiva la idea, estaba la posibilidad de ir a las atracciones de Universal, pero como tenemos miedo de las montañas rusas, no la tomamos. Más tarde sabriamos que había simuladores aptos para miedosos, y tomaríamos venganza en Orlando.

Teatro Chino de Hollywood

El calor era tan insoportable, que lo único viable era buscar refugio un rato. Corrimos al metro y comenzamos a hablar de que haríamos. Recorde entonces (mentiras ya lo tenía planeado) que tenía poco que la cervecería Stone había abierto un tap room en Pasadena. Soy fan de Stone, y aunque no estabamos tan lejos de la cervecería (estan en San Diego), perder el día completo no era opción. El amable transporte público nos llevo hasta Pasadena, y el sol estaba peor. Dolía caminar en la calle de lo caliente.

Estación Pasadena

Pasadena lucía bien, como de esos lugares que no te molestaría vivir. Un sentimiento similar a Brooklyn. El problema que salimos del tren y no vimos nada más que un gran parque, bueno y el tap room de Stone, pero queríamos comer algo ligero primero o eso me dijo Rox que quería hacer. Yo quería ir al City Hall, porque en la serie Parks and Recreation ahi se filman algunas tomas. Serían divertidas. Pero según el mapa estaba lejos para ir caminando. Opción descartada. Ibamos a atravesar el enorme parque, pero en la esquina más cercana vimos que había un pub. Hora de un poco de comida de pub.

Hola comida de pub

Stone fue hermoso, casi me quedaba ahi todo el día. Tenían una hermosa selección on tap, con muchas cervezas de Stone que pense jamás tomaría. Lo mejor es que las daban a mejor precio que otros bares. Tenían muchos souvenirs y hasta yo que suelo contenerme en vestirme con marcas, caí en la tentación de una playera con el demonio de la marca. No se cuantas horas pasaron, pero el tiempo se nos fue rápido. Charle un poco con el staff y veía como llegaban locales a llenar sus growlers. Deseaba tanto vivir por la zona y ser uno de esos hombres.

Rox bebiendo su primer Stone en Pasadena

Cargados con souvenirs desde Hollywood y de Stone (también compramos cristalería), tomamos el tren de regreso. Era momento de otro antojo de mi parte, y le comente a Rox que quería BBQ. Era California, se supone que no es el estandar, pero no creía que fuera imposible. Sin conexión a Internet (es triste no tener datos todo el tiempo), usamos la app de TripAdvisor para buscar BBQ en nuestra area. Encontramos una que no estaba tan lejos de donde teníamos que hacer transbordo de tren (light rail) a metro.

BBQ para llenar el alma

Después del cerdo, creo que la imagén se vuelve difusa. Dice Rox que hicimos algo más aquel día, yo lo dudo. La BBQ fue bastante buena, eso del mac and cheese es como el mejor acompañante. Recuerdo que un momento dado pasamos a Starbucks y me pareció buena idea comprarme un gran espresso. No dormi, quizás fue la indigestión, quizás la cafeína. Algo paso.

Martes 16 de Septiembre 2014

Último día en la gran, pero realmente gran, ciudad de Los Angeles. Teníamos un largo día, pues saliamos en la noche para llegar a Guadalajara en la mañana. Mucho tiempo sin dormir, y más porque yo con el cafe de la noche pasada casi no logre dormir. Mala suerte por mi. Decidimos comer algo ligero, después de la locura anterior. Y como me dio flojera ir hasta el mercado, busque alguna cafetería. Caminamos unas dos o tres cuadras y llegamos a una cafetería pequeña, donde comimos un sandwich de huevo con tocino, nada espectacular, pero no malo. Corrimos de regreso al hotel, a recostarnos por última vez. El momento de la verdad iba a llegar, teniamos que entregar la habitación, y esperar que nos dejaran guardar las maletas, por unas horas… algo asi como todo el día de preferencia.

Amigos en la brea

Por suerte, nos dijeron que no había problema asi que las dejamos encargadas y nos fuimos a buscar el LACMA (Los Angeles County Museum of Art). Caminamos un par de cuadras hasta la Septima, para tomar un bus que nos llevaria por toda la avenida Wilshire, a una distancia considerable. Obvio no tan lejos como Venice beach. El camión paso por buena parte de Korea Town, que solo se me antojaba una y otra vez los carteles de parrillada coreana, que no probe. Ni hablar. Después de como una hora, llegamos al Museo Row, donde nos bajamos en las “lagunas” de brea, con su museo, que no nos intereso y solo tomamos algunas fotografías por fuera. Lo que queríamos era ARTE.

LACMA

La entrada al LACMA salio en unos 15 dolares, y aunque había algunas exposiciones en reparación o y otras que eran realmente pequeñas colecciones, valio la pena. Sobre todo porque no queríamos estar mucho tiempo en el sol, que estuvo abrasivo el día anterior. El pabellon Japones me gusto la arquitectura, pero la exposicion de kimonos no era interesante. Divagamos y apreciamos uno que otro cuadro, aunque lo que mas le gusto a Rox fueron las lámparas de afuera y el monton de tiras amarillas suspendidas donde la gente jugaba. Creo que en general era lo que disfrutaba la gente. Me gusto que había cuadros de autores mexicanos.

Pabellon Japones

Food trucks. Palabras mágicas para Rox. Apenas habíamos salido del Museo para buscar algo que comer cuando encontramos una gran fila de foodtrucks. La cafetería del lugar se veía cara y no tan buena. La variedad era impresionante, de hamburguesas, comida paleo, china, india, vietnamita…. tanta diversidad. Se sentía bien. Compramos un pad thai y un bánh mi, lease noodles fritos y un lonche versiones de Asia. Muy sabrosos y a buen precio. Queríamos postre, así que regresamos al museo a comprar unas galletas y café en la cafetería. Porque eso si fue lo feo de los food trucks, no había donde sentarte y el suelo estaba que ardía en llamas.

Rox esperando su banh mi

Pad thai

Se hacía tarde y teníamos que regresar al hotel por nuestras cosas. El shuttle ya estaba organizado para que llegara en la noche por nosotros. El regreso estuvo lento… creo que más lento que la ida. Nos bajamos cuadras antes del hotel para caminar y disfrutar un poco más. Encontramos entonces una especie de plaza en medio de unos edificios, y extrañamente una atracción escondido el Angels Flight Railway. Este es como una especie de trenesito que te sube en una colina. Creo que originalmente se encontraba en otro lugar y lo curioso es que habíamos visto en cuadros en el LACMA. Al parecer aún no tenían permiso de operar, nosotros no fue trauma, pero había una pareja ya grande de americanos, que habían subido a verlo, que si se decepcionaron. Ellos si lo estaban buscando.

Angels Flight Railway

Paseamos por las calles y después de una rápida cerveza, que por cierto la que pidio Rox era un postre líquido. Se llamaba Peanut Butter Milk Stout, una delicia de crema de cacahuate con cerveza stout. Tomamos una tranquila cena en un lugar que pretendía ser comida griega, pero era más bien como “mediterranea promedio”. No estuvo mal, más no tan buena. Con dolor fuimos al hotel a esperar que el shuttle llegara a tiempo. Cosa que si hizo, y nos despedimos de Los Angeles. Un placer que volvería a repetir sin duda para visitar otras cerveceras como The Bruery.

Rox diciendo adiós

Este es un diario compuesto de dos entradas, primera parte