Tailandia fue uno de los países que más disfrute visitar y creo que eso se debe a la mezcla interesante de las ciudades que conocimos. Empezamos por Bangkok la hermosa capital que gracias a un par de películas ya me había dado una pequeña idea de cómo luciría, también visitamos Chiang Mai la ciudad de los templos es imposible visitarla y no dejarte sorprender por la arquitectura de cada uno de ellos que a pesar de que veas varias todos son únicos y por último la hermosa playa Phuket del cual ya les hable en un post como La pequeña Rusia.

Comprar ropa hippie

Les podría decir que algunos países como Vietnam y Tailandia se convierte en el centro favorito de retiro para todos los americanos y europeos hippies que aún se encuentran en la búsqueda de sí mismo o del significado de la vida o ese tipo de cosas que escuchaba decían. Tan hippie es este destino que es imposible salir del país sin un par de pantalones holgados con estampado de elefantes o cosas por el estilo que se complementan a la perfección con unas playeras flojas, como eso del exceso no existe también estarán llenas de estampados. Por más resistencia que trates de poner es algo que va a pasar, simplemente no puedes ir contra la corriente y lucir como un turista, porque los locales no usan esta ropa.

Ser estafado por un tuk-tuk

Como turista el transporte público en Bangkok es un poco complicado, la forma más común de transporte son estos pequeños carros motos que la gente conoce como tuk tuk o un taxi. Antes del viaje leímos varios consejos para evitar ser estafado y con toda esa lectura más de un par de veces caímos.

• La primera es que los tuk tuks se encuentran en abundancia fuera de los lugares turísticos y siempre que te vean con la intención de entrar a un lugar se acercaran y te juraran que está cerrado. Inclusive si es evidente que está abierto y ofrecerán llevarte a otro lugar.

• Algo que no debes olvidar es especificar la tarifa antes de tomar el servicio de lo contrario el viaje te saldrá más caro de lo que pensabas, y si viaja más de una persona no olvides aclarar que la tarifa es por el número de integrantes y no una tarifa individual. Siempre trata de llevar cambio o billetes pequeños ya que es una palabra que los tuk tuks no conocen, inclusive siempre dan por hecho que es propina.

• Si ofrecen llevarte a una fábrica donde puedas ver el cultivo y cuidado de las orquídeas o algo similar, solo di no ¡todo son ventas!.

Olvidarte de la palabra prisa

Cuando llegas a un restaurante esperas un servicio rápido que te ayude a satisfacer esa necesidad que el hombre llama hambre y la cual al menos a mí me pone de mal humor. En Tailandia olvídate de que eso pasa ya que el servicio suele ser muy lento inclusive si de llevar un café instantáneo se trata. La primera vez recuerdo que tenía tanta hambre que de haber tenido una tortilla a la mano me comía un taco de servilletas. Ya después de unos días en Bangkok entendí que así era el servicio y no podía hacer nada al respecto.

Recuerdo varias veces ver cómo la gente se paraba enojada porque aún no llegaba su comida, una parte de mi quería gritar “No lo hagan o no comerán nunca”. El servicio lento es algo casi casi cultural, no importa cuánto lugares visites. Pero no todo está perdido si tienes mucha hambre la mejor opción es optar por la comida callejera o el buen 7 Eleven.

Beber en la calle

Antes del viaje, aún me sentía joven y divertida por lo cual pensé que sería buena idea quedarnos en la zona de los backpackers conocida como Khao San. Para que puedan medir el nivel de mochileros que visitan la zona basta con decir que en la misma calle había dos 7 Eleven con venta de alcohol. El cual podía sacar para consumo en calle sin ningún problema.

Aunque parecía legal beber en la calle recuerdo que temerosa escondía mi cerveza de los ojos de la ley hasta que asimile que nada pasaría. Era algo mágico, no tenía que entrar a ningún comercio para beber y como el hotel quedaba en esa calle no sufría por baño. Aunque esto de beber en la calle parece un cuento de hadas no lo es, como de dos a cinco de la tarde se suspenden la venta de alcohol en todas las tiendas que para mi desgracia es cuando más calor hacía.

Dejarte seducir por el 7 Eleven

Estando en Guadalajara los 7 Eleven no ofrecen más que un par de bebidas y snacks básicos, una simple tienda de conveniencia. Pero en Asia se esfuerzan por ofrecer un poco más de variedad dentro de los snacks que ofrecen como sándwich que van de lo dulce a lo salado y que puedes comer frío o bien pedir que los metan a la sandwichera y disfrutar del queso o chocolate derretido mientras lo acompañas con una deliciosa y fresca taza de café instantáneo.

Porque si una queja tengo de Tailandia en es esa conseguir café de cafetera es una cuestión que por alguna extraña razón se vuelve complicada al menos cerca de Khao San, cuando disfrutas de los precios que se ofrecen en la calle pensar en cadenas como Starbucks se vuelve un lujo innecesario, como les decía se respira el espíritu hippie y es fácilmente contagioso.

Disfrutar de la gastronomía callejera

Muchos puestos en Tailandia manejan un concepto similar al de México donde se presenta una serie de guisados y te dan la opción de escoger hasta tres, sin duda una de las opciones más baratas y ricas para alimentarte. Por cuestión de los turistas uno de los platillos más populares en este tipo de comida es el Pad Thai. Estos de la comida Tailandesa es una tema tan interesante que eso de recordarlo me da hambre, para mayor información del tema les dejo el post de Geo sobre Comida Tailandesa.

Otro de mis favoritos eran los frappes de frutas que se venden casi en cada esquina y son bastante populares me imagino que es gracias a lo refrescantes que son, no tienen mucha ciencia solo escoges la fruta, la base (agua o leche) y listo ¡tienen que probar dragon fruit!

Espero en los próximos post darme el tiempo para hablar un poco más de estas tres ciudades y las actividades que puedes realizar en cada una, pero si algo es cierto es que son ciudades donde se vuelve fácil ser turista.