Cuando has leído un poco de viajes al sur de Asia, es probable que te encuentres con este sitio arqueológico llamado Angkor que es un gran complejo de ruinas de las que fueron alguna vez la capital del imperio Jemer que comprendía un gran territorio de las actuales Camboya, Tailandia, Laos y Vietnam. Este reino tenía algo en claro y era dejar una marca en la selva con sus grandiosas construcciones.
El lugar se encuentra localizado un poco lejano de la capital camboyana Nom Pen pero próxima al poblado de Siem Reap el cual sirve de base para los tours al complejo. En Siem Reap se puede encontrar una gran área de backpackers y por lo tanto hay muchas oportunidades de conseguir paquetes y vehículos para visitar Angkor que se encuentra a unos escasos kilómetros. Debido a la gran distancia entre templos, es muy recomendable empezar el tour desde temprano y lamentablemente con algún transporte, porque caminando puede sonar a una locura.
El costo del lugar es un poco elevado y tiene opción de más de un día para economizar, claro que si no estás tan metido en las zonas arqueológicas, un día es más que suficiente para ver los principales atractivos. El precio de un día estaba cerca a los 20 dólares cuando lo visitamos el año pasado, pero creo que ya aumentó casi al doble. Camboya es un país muy pobre y muchos de los ingresos provienen del turismo, de ahí que las visitas en este país suelen ser un poco más caras que sus países vecinos.
Existen diversos circuitos, que algunos hasta lo hacen en bicicletas, que te ayudan a seguir una ruta rápida o bien más detallada de la visita. A lo largo de la ruta se encuentran algunas amenidades como baños y restaurantes, y muchos y muchos taxistas. Lo mejor es tomarlo con calma, y sin estrés de mirar todo. Estos son algunos de los lugares más populares:
Angkor Wat
Este podría decirse que es el templo mayor (Wat significa templo) del complejo que es el que más se identifica en las fotos y consiste en una especie de fortaleza cuadrada que está rodeada de una fosa por lo que se accede por unos bellos puentes de piedra que rematan en esculturas de las serpientes Naga. Sus enormes torres de forma redonda como huevo invitan a tomar muchas fotografías antes de cruzar el puente.
Dentro del lugar se encuentran diversos relieves que cuenta historias como la épica Ramayana, el cual es curioso interpretar a base de escenas grabadas que se siguen una a otra en una especie de todo. Algunas estatuas y más relieves de dioses hinduistas son venerados por algunos monjes que se pueden observar, y no está de más aclarar que se debe de respetar el culto y sobre todo a los monjes en estos países.
Entre grandes escaleras y muros perimetrales también se encuentran algunos patios que llevan a otras edificaciones que pueden ser apreciadas. Y al final se encuentra lo que podría ser el templo principal llamado Bakan. No hay explicaciones escritas, así que si no contratas guías, es bueno leer un poco para entender el lugar. En mi opinión el disfrute de los relieves y una caminata tranquila y observadora justifica la visita de Angkor Wat.
Angkor Thom
Thom es otra especie de complejo-ciudad, que es parte de lo más visitado y más conservado. Es mucho más grande que Angkor Wat y dentro de ella el principal atractivo es visitar Bayón. Que es un templo budista que presenta sus torres ornamentadas (gopuram) y una de las cuales presenta varios rostros de Buda y otros que posiblemente se tratara del rey jemer Jayavarman VII. Así mismo en las paredes se pueden encontrar relieves que narran eventos históricos de la época.
Otro atractivo en Angkor Thom es visitar la llamada Terraza de los Elefantes, que es una especie relieves que ocupan una larga área en un patio al entrar al complejo donde los elefantes son los protagonista de los detallados relieves en piedra. Con un poco de paciencia se pueden tomar buenas fotografías de este arte antiguo.
Ta Prohm
Finalmente, Ta Prohm es un templo, que servía de monasterio, el cual inspira a las mejores fotografías al estar un poco consumido por la propia selva. Se pueden ver las raíces de árboles poco a poco retomar la tierra perdida al mezclarse con la construcción dándole ese toque enigmático al más puro estilo de Tomb Raider. Por este motivo es de los principales lugares que se visitan en el circuito corto.
Esto es un poco de lo que se puede ver Angkor, pero hay muchos más templos que se pueden visitar con calma y disfrutar de la vegetación y uno que otro mono que pasean libremente entre árboles y ruinas. Todo el complejo forma parte del Patrimonio de la Humanidad UNESCO con el código 668 por lo que la asociación así como ministerios de cultura de otros países, como Japón e India, toman medidas para mantener en buen estado las edificaciones que son un tesoro de una civilización perdida en la selva.
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