Fue en Mayo del 2014 cuando decidimos que era un buen momento para conocer Panamá y Colombia. Conocer un poco más de Latinoamérica. Geo se ha encargado de platicar [un poco de Panamá](/diario-de-panama/ pero enfocándose un poco más en la ciudad y un poco de su trauma con la cervecería La Rana Dorada
Un paseo por el canal de Panamá
Una de las cosas que había visto antes del viaje era dar un paseo por el canal y disfrutar de diversas actividades como un paseo en kayak, visitar las cascadas y conocer a los monos capuchinos en su hábitat. Así fue como terminamos convencidos de tomar el tour de un día con Jungle Land Panamá. Realmente me convencieron porque en su sitio parecían buenas personas que disfrutaban de lo que hacían.
Pasaron por nosotros al hotel alrededor de las 8:00 am, aún recuerdo que el día anterior no quería comer nada que pudiera perjudicar mi estado de salud al día siguiente. Siempre es el mismo sentimiento antes de un viaje, ¿que pasa si me enfermo? Afortunadamente amanecí bien de salud aunque un poco nerviosa, ya les he platicado que yo y el agua tenemos una historia de odio-amor muy extraña y un recorrido de dos horas en el canal no me hacia sentir del todo segura.
Isla de los monos
Llevábamos cerca de 15 minutos en el recorrido y la sensación de miedo había desaparecido la lancha se sentía bastante segura y según el guía estábamos cerca de llegar a la Isla de los Monos. Cuando escuchaba hablar de la isla de los monos me imaginaba que pararíamos en una isla llena de monos, ya saben monos cocineros, monos vendedores ambulantes, monos, monos por todos lados con miles de oficios.
Me encanto el tour porque a pesar de que todos éramos adultos la emoción de alimentar a los monos capuchinos era la de unos niños. Los monos me imagino que están acostumbrados a los turistas porque no eran nada tímidos se acercaban a la lancha para hacer alguna monada y ser alimentados.
Todo iba muy bien hasta que de repente el guía nos dijo “Ya vieron al cocodrilo que está en esa orilla”. Al principio pensé que era una broma hasta que vi que la gente comenzaba a sacar una y mil fotos ¿que hago en un lugar con cocodrilos? Extrañamente no sentí miedo después de todo el cocodrilo estaba lejos. Al parecer no fuimos apetecibles para el cocodrilo ya que nos dejó continuar con el tour, solo pensaba con que a esto se referían con “recuentro con la naturaleza” Nada para reencontrarte con la naturaleza como ver a un cocodrilo.
Continuamos con el tour y era momento de ver a otro mono, el mono tití no sé si no sean tan amigables como los monos capuchinos o ese no estaba de buen humor solo se terminó el plátano y corrió.
Momento de comer
El lugar donde comimos era una casa flotante de tres pisos en medio de la nada, según el itinerario comeríamos reposaríamos la comida y continuaremos con actividades como el kayak que sería un recorrido de 30 minutos para llegar a una cascada, un poco de juego en la cascada y de vuelta a Panamá. La comida sería un platillo típico de Panamá esperaba probar algo nuevo ya que lo único panameño que había probado eran los patacones, nos dieron una especie de tamal, arroz, ensalada y carne.
Nos sentamos a comer con una joven pareja de New York. La chica era italo-americana y el chico era de Jamaica, eran amigables así que la plática se dio fácil.
Aún teníamos tiempo para reposar la comida así que sacaron un cocodrilo bebe y una enorme víbora para que nos sacáramos fotos. La verdad es que realmente quería intentarlo pero soy tan pequeña que era probable que la enorme víbora me comiera ¡gracias pero no gracias!
Llegó el momento de hacer kayak y nos pidieron que nos pusiéramos el chaleco salvavidas, y nos preparáramos para la acción. ¡Oh oh mis piernas estaban temblando como piernas de gallina! Justo cuando nos íbamos a subir nos dijeron que el que sabía dirigir el kayak se pusiera adelante. Recuerdo que le pregunte ¿que pasa si ninguno sabe dirigir el kayak? Su respuesta básicamente fue “puede que el kayak se voltee algunas veces si no conservan el ritmo, pero el agua no es muy profunda unos 4 metros”, eso no suena bien sobre todo cuando mido 1.55 metros.
¡Aun así fui valiente y decidí subirme!… Al bote para ir a pescar porque ni de loca me subiría al kayak. La verdad es que eso de intentar pescar fue sin duda mil veces mejor que el kayak (ese lo dijo mi miedo). Fue muy divertido intentar pescar, el señor nos llevó un poco lejos de la casa flotante y nos dio una pequeña explicación de las siete claves del éxito en la pesca.
El clima empezó a cambiar un poco, se estaba nublando y comenzaba a hacer mucho viento acompañado de los perturbadores chillidos de los monos que según el señor de la pescaba indicaba que iba a llover y así. Una de las mejores sensaciones pescar con la lluvia cayendo en la cara y el ruido de los monos.
Llegamos justo unos minutos antes del resto del grupo que venía en los kayaks, era momento de despedirnos del equipo de Jungle Land Panamá y regresar a la ciudad. El viaje fue tranquilo y rápido y estabamos muy cansados, todo mundo iba durmiendose en la camioneta.
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