Llevábamos una semana planeando que hacer durante el puente, para los que no estén familiarizados con el termino “puente” se refiere a los días festivos que coinciden con el fin de semana, durante los cuales la mayoría de la gente descansa. En este caso el viernes primero de Mayo no fui a trabajar así que con un margen de 3 días hacer un viaje a la playa sonaba coqueto. Ya conocíamos Puerto Vallarta así que pensamos en otra playa cercana y la ganadora fue Rincón de Guayabitos, la semana se paso rápido y se llegó el tan esperado viernes.
6:30
Nos levantamos temprano para bañarnos y desayunar, decidimos irnos en el transporte público porque teníamos tiempo suficiente. Disfrutamos de los empujones y el aromaterapia en el camión. De esas experiencia que me recuerdan lo afortunada que soy por viajar en carro la mayoría de los días.
8:10
Llegamos a la terminal de camionesunos 30 minutos antes de la hora programada de salida. Se veía que era puente la terminal estaba llena de personas ansiosas por salir de la ciudad. Nos sentamos en la sala de espera y una señora se acerco para darnos unos folletos de contenido religioso, agradecí el gesto poniendo una cara de poco interés la cual la señora leyó como “hableme más del tema, ¡Noooooo!” La señora simplemente no deja de hablar y yo solo pensé ¡a veces soy demasiado amable! Veía su boca moverse y yo repetía una y otra vez “muchas gracias, pero no gracias”.
Geo simplemente aparentaba ser una persona extremadamente ocupada haciendo cosas extremadamente importantes ¡me dejo morir sola! Cuando por fin parecía que la señora se iría me pregunto “¿es tu esposo?” (refiriéndose a Geo). Confieso que me sentí tentada a responder algo así como “No señora, es mi amante”. Solo para ver la cara que pondría en mi mente mi plan sonaba tan malévolo y lo disfrute tanto aunque en realidad fue un “si”.
9:35
Momento de abordar el camión ¡que felicidad! Ya podía sentir el ambiente playero, me veía en una palapa con una cerveza y un aguachile. La chica que revisaba los boletos nos dijo que ese no era nuestro camión, eso solo podía significar algo nuestro camión iba a salir tarde. Los minutos empezaron a correr y de repente ya eran las 10:15, preguntamos que pasa con el servicio y nos comentaron que el camión venia retrasado. Tuvo una falla mecánica al salir de la central y tuvieron que transbordar a los pasajeros ¡mentiras!
Caos en la ciudad
Como buena persona aburrida decidí abrir el Facebook y ver que había de bueno y vaya que me lleve una sorpresa al ver que la ciudad (Guadalajara) estaba sufriendo de un problema de seguridad. Al parecer esa era la causa del retraso, mientras mas veía las actualizaciones de las noticias parecía que peor se ponían las cosas. Había algunos autobuses y trailers quemados en diferentes puntos de la ciudad * generando miedo en la ciudadanía y obstruyendo el paso el la carretera a Puerto Vallarta.
Medio día y aún esperábamos
Con el caos nuestras opciones eran pocas y ninguna parecía factible. Pedir el rembolso y salir a la calle para tratar de llegar a casa o esperar en la central. Decidimos esperar ya que al menos en la central estábamos seguros. Cerca de las 12:30 nos dijeron que abordáramos el camión ¡genial no llegaremos tan tarde!
Ya en mi lugar feliz y lista para comenzar el viaje nos comentaron que las cosas se estaban complicando y que por nuestra seguridad el camión permanecería en la central Ok ¿sera momento de tener miedo?. No era tan malo teníamos un lugar cómodo, una pantalla, aire acondicionado, realmente no podía quejarme hasta que …….
14:15
Sentía que la vida se me estaba pasando sin hacer nada y que tal vez sería complicado salir de la ciudad. Discutimos los pros y contras de pedir el reembolso del camión. Tal vez regresar a casa sería lo mejor, ya habíamos reservado el hotel así que de entrada ya íbamos perdiendo. De repente la voz de esperanza sonaba al parecer ya podríamos salir de la terminal.
Algún momento entre las 15:30 y 16:00
El tráfico era horrible, las filas de carros parecían interminables y el camión avanzaba muy poco. Para hacer más amena la espera un señor se subió al camión a vender tacos “Si comes tacos no hay trafico”. Los tacos al vapor eran básicamente tortilla con una embarrada de frijol y sin salsa ¿donde esta mi salsa? Parecía que el viaje sería largo.
19:15
Vamos a la mitad del camino y muero de hambre ¡le falto la salsa a mis tacos para llenarme! Horas antes pensaba que el trafico no podía ser más lento ¿adivinen que? Estaba equivocada. Me dolía la espalda de tanto estar sentada, había escuchado tantas cosas locas que platican el resto de los pasajeros a cerca de teorías de conspiraciones locas. Vi tres películas y tomaba cuatro cervezas en mi mente ¡son deliciosas! Son como las cervezas reales pero en la mente ¿si saben como no?. Por fin vi “Frozen” y cantaba “libre no soy, libre no soy. También vi el “Maestro Pokemón del aire” y por último “A better life”.
Platicaba con Geo y hacíamos apuesta de nuestra hora de llegada, optimista aposté porque llegaríamos a las 21:30 y Geo me decía que a las 22:00 (ninguno tenia la razón). Así es como un viaje que iba a ser de tres horas se ha convertido en un viaje largo y tedioso.
23:00
Llegamos al hotel con cara de me quiero dormir aunque primero quería cenar. El señor que atendía era de edad avanzada y parecía un pirata de Guayabitos. Le dijimos que teníamos reservación y se quedó con cara de confusión estaba un poco ebrio. Normalmente yo también puedo hablar ebrio, fue una de las lenguas opcionales que estudie en la universidad. Pero había un problema ¡estaba sobria! Nos pidió que le enseñáramos la reservación y al verla dijo que Expedía no le informo de nuestra llegada, yo solo escuchaba la canción de “Todo se derrumbo”.
El señor le enseño un correo a Geo que según el le había mandado a Expedía donde le decía que ya no quería que anunciaran su hotel (realmente le mando el correo a Booking). Nos dijo que no tenía habitaciones disponibles pero que iba a ir a no se donde para ver en que hotel había disponibles.
23:40
La sensación de hambre a sido remplazada por el miedo a no tener una habitación donde pasar la noche. Don señor pirata llegó y nos dijo que ningún hotel tenía vacantes que le daba mucha pena ¿le da pena? Voy a dormir en la playa y voy a ser devorada por un tiburón y usted sintiendo pena ¡bah! El señor tenía una solución, “tengo un cuarto que no es el mejor pero tampoco es el peor. Tiene vista al mar, y no les voy a cobrar la noche”. ¡Oh Dios todo esto suena mal! El cuarto no tenia cortinas y solo tenía una cama dura como piedra y almohadas viejas. No tenia baño y por si fuera cosas estaba llena de las cosas de limpieza y ropa de alguien ¡Geo necesito un hombro donde llorar mis penas! ¡Feliz día del trabajo!.
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