Continuando con el relato de nuestra visita a la ciudad de San Francisco, California.

Chinatown

Quería una chinita más para mi colección así que convencí a Geo para dar una vuelta y ver si teníamos suerte. No importaba si no encontraba la chinit, sabía que terminaría comprando algo. Chinatown en San Francisco es pequeña, conforme iba viendo los aparadores me di cuenta que casi todas las tiendas tenían lo mismo así que nos metimos a la primera que estaba abierta y nos atendió una amable señora.

Mi felicidad cuando veo cualquier Chinatown

La señora insistía en vendernos unas artesanías que de verdad parecían más hechas en México que en China “que sospechoso”. Como mi intención de compra era mínima tome una sombrilla en forma de chinita y estaba lista. La señora trataba de convencer a Geo de comprar una katana, asegurándole que los hombres demuestras su hombría teniendo katanas. Yo solo quería una chinita no poner en duda la hombría de Geo, aunque la idea de una katana en la caso no sonaba mal. Después de 10 minutos de darle razones a la señora por las cuales no podíamos comprar la katana por fin nos liberó.

Hyde Street Pier

El día anterior había discutido con Geo si tomaríamos un tour por la bahía para ver el Golden Gate y la famosa prisión de Alcatraz. Vimos la información de los cruceros y pensábamos tomar uno a las 3:30pm por eso decidimos dar una vuelta por el Hyde Street Pier antes de tomar el crucero.

Había unos barcos de diferentes dimensiones a los cuales por $10 dólares, o algo así, te podías subir para verlos mejor y sacar fotos del interior. Funcionaban como museo, en lo personal no me llamo la atención. El concepto del este lugar es muy parecido al del Pier 39 durante el recorrido encontraran muchas tiendas, restaurantes y bares todo apuntaba a que sería un buen recorrido.

Tour por la bahía

Continuamos con nuestro recorrido y de repente estaban unos pequeños barcos con cupo como para 15 o 20 personas. Aseguraban un recorrido de una hora por $15 dólares que era menos de la mitad de lo que cobraba el ferry turístico. Teníamos que tomar una decisión y tendría que ser rápido ya que estaba a punto de zarpar, el “capitán” se veía un poco borracho, pero ¿quién soy yo para juzgar a estos buenos hombres?

Cuando nos subimos al barco tenia sillas de plástico amarradas con lazo alrededor de la cabina ¡ahora sé por qué tan barato! No era la única persona que pensaba que el capitán parecía un poco alegre (tenía una cerveza en la mano), parecía que estaban haciendo bien su labor de venta ya que subieron unas 8 personas más.

Nuestros asientos en primera clase

El barco zarpo y el capitán se esforzaba por contarnos datos históricos y dar una explicación durante el recorrido que si duro el tiempo prometido. Se veía cerca el Golden Gate, era momento de sacar una foto o eso pensaba, se acercó un señor miembro de la tripulación y nos dijo que el barco se acercaría más y que él nos avisaría el momento ideal para la foto. El señor permaneció a nuestro lado durante todo el recorrido y nos platicaba un poco más de la historia de los lugares (básicamente lo mismo que decía el capitán), después nos contó los viajes que había hecho fuera de Estados Unidos.

Hubiera sido una buena foto si no es por los dedos

La intención del señor era buena. Una vez que saco las fotos nos paso el celular y nos preguntó cómo habían quedado, le dijimos que excelentes que muchas gracias. Cuando pasamos por la prisión el señor nos contó que solo una persona de las que habían intentado fugarses, jamás fue encontrado. Aprovecho para comentarnos en que consistían los tour que hacían a la prisión, todo se resumía en ver celdas y cansarte mucho con el recorrido. El recorrido termino con toda la tripulación sana y salva. Fue un buen servicio el cual recomiendo.

La famosa prisión de Alcatraz

Joe´s Crab Shack

Era momento de comer y Geo ya sabía lo que quería. Fuimos al restaurante Joe´s Crab Shack (en 245 Jefferson Street), donde pedimos cangrejos enormes mutantes los cuales saben igual que los cangrejos normales.

Pedimos un paquete para dos personas y de repente llego la mesera con una especie de babero de plástico, un cuchillo de plástico y unas pinzas de metal. No tenía idea para que era todo eso. Afortunadamente Geo me explico y me prepare para recibir mi platillo.

Kit para comer cangrejos enormes mutantes

Cuando llego solo dije “Oh dios tanta comida no está bien”. Venían dos redes y en cada red había elote, papas y el cangrejo cocidos al vapor con cajun. El sabor era muy bueno y lograr comerlo para mí fue un reto ¡mis manos eran tan débiles! Y lo peor es que veía a pequeños niños luchando para comer, lo triste de la historia es que tenía 25 años pero la fuerza de una pequeña niña.

Geo listo para la batalla

Después de la comida caminamos un poco por la zona para tratar de bajar la comida y con suerte encontrarnos un bar con happy hour. Cosa que no es difícil en aquellos rumbos. Mientras caminábamos pasamos por una chocolatería ¡Dios que son estas pruebas yo soy débil! Nada mejor para bajar la comida que una cereza envinada cubierta de chocolate. Me comporte decente, les prometo que es imposible caminar sin que se te antoje nada.

Esas cerezas tenían mi nombre

Desafiando las calles

Calles de San Francisco

Las calles de San Francisco son de muy cansadas de caminar ya que están en pendiente. En un mundo donde Geo y Rox no piensan en sus decisiones se nos ocurrió que era buena idea caminar hasta el hotel. Fueron 37 minutos de pura diversión y cansancio extremo. Los primeros 10 minutos los disfrutamos bastante viendo lo bonitas que eran las casas, el plan era sencillo tomaríamos la misma ruta que toma el tranvía en caso de cansarnos lo tomaríamos y listo. Lo que nunca pensamos es que iría absurdamente lleno y sería imposible subirnos ¡mis pies, mis pies!

Casi a la mitad del camino estaba decidida a dejarme caer y rodar por las calles ya no podía caminar, para mi fortuna nos encontramos con el Museo del Cable Car. La entrada es libre y solo se deja una aportación voluntaria, en este museo puedes aprender cómo funciona el tranvía.

Vean mi cara de “Geo yo aquí me quedo”

Llegamos al hotel y nos quedamos descansando un rato mientras tomábamos cervezas y buscaba la forma de disculparme con mis pies.

Sushi Tony

Ese día cenamos sushi que se encontraba literal al lado del hotel y el cual estaba delicioso. Es un lugar pequeño y limpio, la barra donde preparan los sushis está a la vista de los comensales si te sientes chismosito puedes ver como los preparan. El menú tiene fotos, algo que en lo personal me gusta porque me ayuda a darme una idea del platillo ¡así sea sushi!

Nuestra cena

Si no mal recuerdo Geo pidió el Swamp Roll que era de atún con ensalada dulce y yo pedí el Dragon Roll (siempre pido el rollo que tiene más cosas). Era un rollo de camarón en tempura y cangrejo y aguacate por fuera ¡lugar ampliamente recomendado!.

Dirección 733 Bush St, San Francisco, CA

The Irish Bank

Para terminar el día solo nos hacía falta una cerveza. Decidimos caminar un poco y llegamos a este pub con concepto irlandés. Se encuentra en un callejón lo que le da un toque de peligro (es broma). Decidimos quedarnos en el callejón, hacia un poco de frio pero había calefacción cerca. Pedimos las cervezas y en lo que llegaron nos dedicamos a apreciar la publicidad de diferentes marcas de cervezas que estaba en el lugar. Como era de esperarse la de Guinness no podía faltar. Nos tomamos una cerveza y el cuerpo empezaba a pedir descanso así que después de eso regresamos al hotel.

Dirección 10 Mark Lane, San Francisco, CA

Ultima cerveza del día