Viernes 12 de Septiembre 2014

Una proeza llegar al trabajo de Rox porque comenzo a llover muy fuerte y me empape todo. Tuve que cambiarme de ropa en el trabajo de Rox. Por fin cuando salio tomamos un Uber, por primera vez, y nos fuimos directo al aeropuerto. Tomamos una cena malisima de Johnny Rocket y esperamos el vuelo de Volaris no tardara tanto.

Hola soy una horrible hamburguesa de aeropuerto

Subimos al avión sin más demoras, y aunque tardo un poco en arrancar, no estuvo mal. El vuelo no se me hizo largo, pero si no logre dormir. Llegamos y ya era bastante avanzada la noche en Los Angeles Se suponía que teníamos una reservación de SuperShuttle para que pasaran por nosotros. Pero al parecer estaban en huelga los conductores y había desastre. Tardamos como una hora en tener el servicio, él cual fue realmente malo. A diferencia de otras ocasiones.

Debajo del Stillwell Hotel hay una especie de bar-cantina, pense en tomar una cerveza antes de dormir. Pero el lugar se veía muy “animado” ya, y preferí mejor dormir.

Sábado 13 de Septiembre 2014

Queríamos comenzar bien el sábado, y nos levantamos a buena hora para buscar un buen desayuno. Había leído sobre el Grand Central Market, y como nos encantan los mercados era la elección natural ir para alla. El lugar tiene varias opciones, como comida asiatica, latinoamericana y típicos sandwiches y bagels. Nos fuimos por el bagel de huevo de eggslut, que aunque no venden café caliente (pecado), es un buen lugar. Había fila cuando llegamos y apenas iban a abrir.

Rox esperando su desayuno

Estuvimos paseando por el mercado, pero nada más nos llamo la atención. Digamos Rox no se intereso por ningún postre. Saliendo no teníamos rumbo, le había comentado a Rox que solo vieramos el Downtown ese día y que estuviera relax. Fue así como llegamos al Walt Disney Concert Hall, me encanto el edificio. Tomabamos fotos cuando note que había unas escaleras, fuimos de curiosos y encontramos que tenía un jardín (The Blue Ribbon Garden) bastante bonito arriba. Disfrutamos un rato del lugar, sentandonos y viendo ancianos asiaticos haciendo tai chi.

Walt Disney Concert Hall

Blue Ribbon

Frente a nosotros teníamos el Grand Park, donde curiosamente encontramos camiones de turistas. No pensaba que la zona fuera frecuentada por gente foranea. Este parque tenía un concepto muy interesante de plantas alrededor del mundo clasificadas por continente. La vegetación era admirable pero hacía mucho sol y continuamos caminando hasta que llegamos al Civic Center que es donde se encuentra el City Hall de la ciudad y demás edificios de gobiernos. Quizás porque era fin de semana, pero la zona estaba bastante muerta y nosotros buscamos algo que tomar.

City Hall

Tomamos el mapa offline de Google Maps para buscar un poco de atracciones turisticas y la opción fue ir a Olvera Street. Es un lugar muy curioso, es como la plaza de un pueblo cualquiera mexicano, con su jardincito y su iglesia al lado. Me dio risa pero pues tenía el sentido del mundo, alguna vez esto fue México. Paseamos y miramos los locales, básicamente cosas mexicanas un poco americanizadas y comida mexicana, o al menos eso prometían los letreros con tacos.

Cruz de Olvera Street

Estaban preparando una especie de fería en el lugar, pero apenas estaban queriendo armar los locales por lo que le dije a Rox que mejor fueramos a seguir conociendo la ciudad. Como era lógico, el siguiente paso era continuar norte. Directo al corazón de Chinatown. Rox explotaba de felicidad al ver el montón de locales que se extienden por Hill Street. Entramos a varios lugares y compramos dulces chinos y algunas tonterías. Como siempre, es más barato comprar souvenir en Chinatown que en las tiendas que encuentras luego en las zonas turisticas.

Clásica foto de Rox Chinatown

En Chinatown, tomamos un extraño te helado de taro y unos ricos rollos vietnamitas que una niña vendía fuera de un restaurante. Yo quería ya comer algo de ahí, como un pho vietnamita, pero estaba todavía un poco satisfecho por el desayuno así que solo tome la botana rápida. El problema con los barrios chinos que recorres dos o tres cuadras y ya comienza a parecer muy igual, eso y que en los confines suelen tener pescaderías que no huelen nada bien. Tomamos camino de regreso al centro, a intentar localizar el centro de Los Angeles (cosa que no existe pero yo insistia).

Rollitos vietnamitas

Pasamos por Olvera Street y el Civic Center de nuevo, y me di cuenta que podiamos llegar a Little Tokyo y, como no estabamos aun exhaustos por el sol y caminar, fuimos a conocer el barrio de los japoneses. Nos gusto, la decoración y el montón de restaurantes japoneses es divertido. Tienen un museo sobre los japoneses americanos, pero no lucía muy interesante. Nos tomamos algunas fotos y vimos los menus de los lugares. Queríamos primero tomar unas buenas cervezas de barril antes de comer, así que no entramos a ninguno.

Como si estuviera en Japón

Anduvimos por misteriosas calles hasta topar Main Street donde había toda clase de comercios locos, que por un instante me sentí en el centro de Guadalajara, sobre todo porque todo mundo hablaba español y comían tacos. Cosa loca. Llegamos por fin a un bar que estaba abierto a las razonables 12 de la mañana, eran vacaciones y sábado, no necesito más justificantes. Tomamos unas deliciosas cervezas locales, claro que me fui por IPA, estaba en West Coast, era pecado no hacerlo. Como el lugar, por cierto se llama The Down and Out, tenía Wifi vimos nuestras opciones de comida. Yo quería ir a un lugar que había leído previamente, Wurstküche, que tenían locas salchichas de carnes exóticas como serpiente.

A prisión por beber antes de las 12

El lugar no fue decepción, gracias por ello. Las salchichas no tan exóticas eran mejores, y las cervezas tenían una gran selección europea. Podría decir que lugar totalmente recomendable, aún cuando no estes por la zona como nosotros que tuvimos que recorrer kilometros para llegar. El resto de la tarde fue un reposo, con algunas cervezas y un breve paseo por Pershing Square.

Salchichas

Para este viaje tenía una extensa lista de lugares, tanto restaurantes como bares, que quería visitar. Creo que es algo de lo que más me gusta cuando viajo a los Estados Unidos. En la lista tenía un restaurante cercano de sushi, pero no cualquier sushi, sino el sugarfish que tiene de esos menus de “trust” que basicamente el chef proporciona una serie de platillos basado en lo que “encontro en el mercado”. Nada malo el sushi, la verdad que me encanto. Llegamos sin reservación, pero aún así logramos entrar en unos 20 minutos.

Sushi Time, sugarfish

Domingo 14 de Septiembre 2014

El plan para el domingo era visitar las playas de Los Angeles, una rápida consulta en Google y ya estabamos en un camión que tardo como una hora en llegar a Venice Beach. Si fue lento y algo aburrido el trayecto, pero cuando por fin vimos el malecón de la playa se nos olvido. Era como exactamente esperaba una playa de california en base a las peliculas. Gente patinando en traje de baño, locales extraños de surf y cosas hippies, en general una buena vibra.

Swag en Venice

Anduvimos paseando por la zona, y me preguntaba si habia sido buena idea no haber traido traje de baño. Rox si traia, pero no teníamos toalla, así que era lo mismo. La playa, que aunque no era tan linda, estaba muy bien cuidada. Me encantaba la ausencia de puestos en la arena así como la separación de la playa en segmentos para nadar o para actividades. No como de repente que tenemos playas llenas de vendedores y la banana aplastando gente por doquier. Nada mal la organización de los americanos, al menos en California.

Santa Monica

Paseamos sin zapatos por la arena al puro borde del mar, disfrutando la templada agua que mojaba nuestros pies. Al horizonte se veía un especie de puerto con feria, el Santa Monica Pier, el cual ya era al parecer otra ciudad. Me sigue confundiendo Los Angeles en cuestion donde es una ciudad o un poblado. Se veía distante y probablemente tardamos como una hora en llegar. La locura fue salir de la húmeda arena a las escaleras del puerto a limpiarnos los pies porque la arena estaba demasiado caliente. Sufri quemaduras en mis pies.

Comiendo Taco Bell

En el Santa Monica Pier hay juegos mecanicos para los pequeños, y comida desde restaurantes hasta pequeños puestos como Taco Bell, donde compramos un snack y un refresco. En realidad queríamos una deliciosa IPA. Como no teníamos muchas intensiones de usar los juegos mecánicos la opción era buscar un poco de techo para el sol, que en ese momento estaba increible. Nos adentramos a Santa Monica, y llegamos a un centro comercial enorme. Vimos las tiendas y nos dimos cuenta que eramos pobres para comprar esos precios.

Third Street

Saliendo de el centro comercial, tomamos la ruta paseable de Third Street Promenade, que esta llena de lugares que ver, y con hermosos jardines con dinosaurios. Era de las partes más vivas de Santa Monica, claro que era domingo y se entiende. No sabiamos si comer por la zona o regresarnos a Los Angeles, y aunque si habia mucha variedad de comida, nada nos convencio. Yo quería comida vietnamita y Rox quería japonesa. Dilema si iriamos a Little Tokyo de nuevo o no.

Escultura de dinosario

Buscamos el camión para regresarnos y encontramos que existia una version express, que en lugar de pueblear toma la autopista. Llegamos como en media hora. Las cosas que uno aprende a la mala. El bus nos dejo cerca del teatro de Disney, y sin idea de como llegar en bus al barrio japones. Así que usamos la app de TripAdvisor para buscar algo por la zona. Caminamos rumbo al hotel y el supuesto restaurante de comida vietnamita. ¡Sorpresa! Estaba cerrado el lugar. Una lágrima cayo de mis ojos al no poder comer pho ese día, pero luego me dio risa al ver como dos vagabundos se insultaban uno en cada esquina y un policia viendolos y riendo.

Santa Monica Pier

El resto del día, fue en caída. Los Angeles en domingo simplemente estan muertos. Fuimos a conocer el STAPLES Center y el Nokia Theater. Por fuera, dado que no teníamos a que entrar. Pero aún así fue divertido, porque en el Nokia iban a tener un concierto de R&B. Estaban regalando boletos con trivias raras, pero lo más gracioso eran las afroamericanas con vestimentas exuberantes para asistir, ustedes saben de que hablo.

Pecado liquido

Encontramos un pub abierto cerca del hotel, y tomamos un par de cervezas. Después pasamos por un supermercado donde compramos basura como papas fritas de sabores raros y más cervezas artesanales. Un resumén un buen día de playa dominguero.

Este es un diario compuesto de dos entradas, continuar leyendo segunda parte.