Cuando se regresa de un viaje largo, quizás ya estés anhelando retomar tu vida “normal” que dejaste en pausa, regresar a casa y continuar a haciendo eso que hacías antes de irte. Quizás pienses que lo necesitas, y ya tienes ganas de ver esas caras familiares. Quizás ya en el aeropuerto de regreso quieres salir corriendo a dormir en tu propia cama. Pero regresar a la rutina es menos encantador y más rápido de lo que crees. Quizás los primeros días son buenos pero el recordar la avalancha de pendientes y tareas que hacer, y regresar a horarios de trabajo no es nada apetecible.

Sumando a esto la nostalgia se invierte, y la añoranza comienza pero hacia los días que estábamos de viaje. Caminar sin pendiente descubriendo calles de una lejana ciudad, sin preocupación del tráfico o si ya registrastes tus horas de trabajo. Un poco raro funcionan nuestras emociones, pero así es como suele pasar el conocido “vacation blues”.

Recordando las calles

La mente y corazón son diversos y cada uno experimenta intensidades de un espectro muy variables, algunos afirman que llegan a la depresión post-viaje, quizás un poco exagerado. Quizás solo la nostalgia es suficiente para describirlo. Pero aún así no es ocasión para esto, pues hay diversas actividades que pueden ayudarnos con este sentir.

  • Repasar el viaje con fotografías y relatos - Bien dicen que recordar es volver a vivir, y a través de comentarios, críticas en TripAdvisor o entradas de blogs como este, se puede por medio de la remembranza revivir esas anécdotas de los días pasados. Platicar, con cerveza en mano claro está, a un amigo de cierto lugar, museo o bar y traer de regreso el aroma, sabor o imágenes es una buena experiencia.
  • Hacer viajes cortos y cercanos - A veces es posible darte una escapada ligera, un fugaz fin de semana a corta distancia. Si el tiempo o el dinero es limitante, cuando es algo tan pequeño un ligero sacrificio o ahorro podría ayudar a ejecutarlo. Basta un poco de planeación y medida en los recursos.
  • Reexplorar tu ciudad - Y con suerte encontrar algo nuevo, a veces siento que hay poco nuevo que ver aquí en Guadalajara pero con muy poco esfuerzo descubrimos oportunidades como el Museo MUSA o La Barranca de Hentitán. Solo es cuestión de desear encontrar algo para romper un poco la rutina semanal.
  • Planear el siguiente viaje - La planificación de viajes es un pasatiempo que me fascina mucho. Si hay ocasión de que un nuevo viaje se asoma en un futuro cercano, ir descubriendo por fotografías y relatos sobre nuevos lugares a conocer reanima el espíritu viajero oprimido por la cotidianidad. Es lo interesante de los viajes pues viven en tres escenarios, el previo generando expectativas y sueños de cómo será, la vivencia tal cual y el recuerdo de lo acontecido. Diversas actividades caen en esta regla, pero siento que pocas son tan perdurables como viajar.

Aquellos momentos en calma

Estas son algunas ideas de cómo evitar esta nostalgia y ver con mejores ojos la vida normal, donde la rutina no es amiga y es necesario sentirse bien con nuestros sueños y metas logradas. Ya parece un poco libro de superación personal, pero nada de eso, solo es un recordatorio de que el viajar nos cambia pero si somos débiles puede ser para mal, y no debe ser así. Y tú, ¿cuáles son tus experiencias de regreso en viajes?.

Por suerte tenemos fotografías