Cerca de la carretera que te lleva a la Ciudad de México se encuentra un enorme parque en donde podrás disfrutar de un excelente fin de semana lleno de actividades para realizar en familia. Recuerdo que de niña lo visite un par de veces, ya saben de esas veces que te sientes atrevida y con ganas de hacer algo diferente como montar un ponny. Este lugar se llama Parque Nacional Insurgente Miguel y Costilla mejor conocido como La Marquesa.
La Marquesa se divide en diferentes áreas, la que visites depende de las actividades que quieres realizar, por ejemplo renta de cuatrimotos, montar caballo, tirolesa, gotch o pescar tu propia mojarra (el día de hoy me enteré que también se ofrecen paseos en teleférico) . Al menos eso fue lo que me contó mi hermano que vive por el rumbo y cuando lo dijo tenia cara de sobrio ¡así que le creo! y claro no pudes irte del lugar sin probar sus famosas quesadillas.
El lugar cuenta con estacionamiento donde puedes dejar el carro por el tiempo que sea necesario. Lo primero que verás al entrar serán los restaurantes estilo cabañitas los platillos que se ofrecen en los diferentes restaurantes son prácticamente los mismos, por lo que con suerte o buscando en Foursquare encontraras un lugar delicioso. Por extraño que parezca podrás disfrutar de una cerveza que te venden en un vaso desechable y puedes caminar por el lugar sin problema o al menos no tuvimos ninguno.
Una de las actividades que Geo estuvo tentado a hacer fue pescar su propia mojarra, y es que no necesitas llevar nada para hacerlo, puedes rentar la caña por una hora y tratar de pescar algo, una vez que pescas tu mojarra hay muchos lugares donde la llevas y te la preparan como tu quieras.
En lugar de pescar la decisión fue llegar a comer a un pequeño restaurante, no les haré larga la historia la mojarra de Geo nunca llegó por más que esperamos, ¿que paso? Mo lo sé. Le preguntamos repetidas veces a la mesera por la mojarra y solo decía “ya viene”, esa es la historia de cómo Geo no probó la mojarra.
Desde que íbamos en camino yo alardeaba con subirme a la tirolesa tenía ganas de hacer “algo diferente”, ya estando allá me di cuenta que me gusta, me encanta, ser completamente normal y aburrida, mi cuerpo se llenó de esa sensación que muchos llaman miedo.
En realidad recomiendo mucho la visita a este parque, no importa si viajas en familia, con amigos o con pareja les aseguro que disfrutaran mucho el paseo aparte que respirar un poco de aire limpio de vez en cuando es bueno para los pulmones. No me podía despedir del post sin darles el mejor y más valioso de los consejos para todos los foráneos que visiten en el lugar, ¡si van a pedir una quesadilla pidanla con queso con queso!.
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