Con el paso del tiempo vas adquiriendo diferentes placeres en la vida y uno de los míos es salir de vacaciones para mi cumpleaños, alguna ventaja debería tener cumplir años en puente.
No era la primera vez que visitaba Janitzio. Sin embargo los recuerdos que tenía eran muy vagos ya que fue hace muchos años, pocas veces considero el regresar a un lugar contra la posibilidad de conocer uno nuevo pero Janitzio fue la excepción.
Para quienes no la ubiquen, Janiztio es una de las islas ubicadas en el lago de Pátzcuaro en el estado de Michoacán.
Iniciamos nuestro camino a la isla desde Morelia pero antes de llegar a decidimos hacer una parada en Pátzcuaro para desayunar en el mercado. A pesar de haber varios puestos en todos los menús se repetía una palabra “caldo de cabeza”. No lo había probado pero me deje convencer por su popularidad. Aunque dudaba en pedirlo por su apariencia grasosa al final termine cediendo y sorprendiéndome con su gran sabor, si en Guadalajara existiera tal cosa creo que lo comería más seguido.
Del centro de Pátzcuaro no tengo mucho que decir. El lugar es muy pequeño, solo tomamos un par de fotos y una vez antes de partir hacia la isla nos dejamos seducir por la gastronomía del lugar y compramos un pan dulce para disfrutar del recorrido. En conclusión lo que más recuerdo del lugar es la comida.
De Pátzcuaro a Janitzio el camino es corto y si vas en carro las indicaciones en la carretera son fáciles de seguir. Como recomendación general hay que llegar temprano al puerto. Ya que a pesar de que no fuimos en temporada alta si había mucha gente.
El estacionamiento del puerto es una tiene un costo de $25 independientemente de las horas que dures, y es justo aquí donde puedes comprar los boletos de la lancha que te llevará a la isla por $60 pesos viaje redondo por persona.
Según lo que pude observar no hay problema si en la lancha llevas algo de botanas y bebidas. Varias familias lo hacen. Aunque cabe mencionar que dentro de la isla sobran las opciones de comida.
El recorrido en la lancha debe durar alrededor de 25 minutos y la frecuencia con la que salen las lanchas depende de la cantidad de gente que esté esperando el recorrido en promedio cada 20 minutos. Parece de lo más común que cada lancha irá acompañada de un grupo norteño que tocara casi durante todo el recorrido haciendo el viaje más ameno o al menos esa es la intención.
Me gustaría mentir en el post y decir que no ubicaba ninguna de las canciones del grupo ¿debería sentirme mal por reconocer la canción de la chona? O tal vez es una de esas cosas que arrastras por haber crecido en el estado de México.
Ya llegando a la isla es momento de hacer un poco de cardio y comenzar el recorrido hacia el monumento a Morelos que adorna la cúspide de la isla. No sé cuántos escalones son los que tienes que subir para llegar pero si sirve de consuelo durante el recorrido te puedes entretener viendo los souvenirs, algunas artesanías y por supuesto restaurantes que están dispuesto a darte refugio durante el recorrido.
Realmente no me considero una persona ágil para eso de las subidas y aun así puede decir que el camino no fue largo, llegando a la cima de la isla hay un pequeño parque que ofrece una bella vista así como varios puestos de comida y la entrada al monumento de Morelos.
La entrada al monumento de Morelos tiene un costo de $10 por persona. Dentro del monumento encontras escaleras que suben en forma de espiral hasta llegar a un pequeño mirador. Para acompañar este recorrido a lo largo del espiral puedes apreciar diversos murales que narran la historia de Jose Maria Morelos y Pavón así como hechos de la Independencia de México.
En mi caso sufro un poco de vértigo y subir los 5 niveles de la estatua simplemente no fue posible ya que mientras más avanzan los escalones se vuelven más estrechos. En el tercer nivel de las escaleras ya me sentía un poco mareada por lo que tuve que abortar la misión pero no todo fue un fracaso. Mientras esperaba a Geo, aproveche para sacar un poco de fotos las cuales después leía que estaban prohibidas. En mi defensa diré que letrero de prohibición se perdía bastante ¡juro que suelo seguir las reglas!
Ya de regreso a la lancha tomamos otro camino y pasamos por el panteón de la isla. En ese momento recordé que la isla se vuelve uno de los lugares más visitados durante el Día de los Muertos. Donde se caracterizan por ser fieles a la tradición, tal vez en un futuro ese podría ser mi pretexto para regresar a la isla.
Creo que ya conte todo lo que tenía que contar del lugar, es momento de despedirme e invitarlos a que si tienen la oportunidad no se pierdan la visita a esta isla y si en el camino se topan con algún puesto de carnitas no lo desaproveches de verdad que valen la pena. Los invito a seguirnos en las redes sociales y estar al pendiente de nuevos post ¡hasta la próxima!
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