Mucho tiempo atrás en la capital de Constantinopla, la ciudad de Estambul, fue construida una catedral con el nombre Hagia Sophia o Ayasofya como le dicen los turcos. Esta enorme catedral, que fue la tercera tras varias revueltas previas que destruyeron las dos primeras, fue convertida en una mezquita tras la conquista otomana. Finalmente fue entregada por el gobierno turco para crear un museo.

Rox en la entrada al Ayasofya

Al llegar al centro historico de Estambul, llamado Sultanahmet, la vista se va directamente a este hermoso edificio por su increible cúpula con sus cuatro columnas. Confieso que me encantan las cúpulas. Claro que es fácil perder la vista entre la Mezquita Azul y el Palacio de Topkapi, pero la cúpula te guiara a la entrada del museo. Una vez dentro, encontraras diversas restos de paredes, columnas y demás elementos arquitectonicos que fueron extraídos de excavaciones. Un pequeño café y entras por una enorme puerta de madera al centro del edificio.

Caligrafía árabe

Cúpula

El lugar todavía cuenta con diversos elementos musulmanes, como enormes pinturas con caligrafía árabe cuelgan en los techos. Pero si se mira con atención se encuentran todavía pequeños frescos y mosaicos de santos catolicos bizantinos en los techos. Esta parte es de lo más interesante porque a pesar de que sirvio de mezquita, varias de las imagenes que podrían ser consideradas profanas sobrevivieron. Claro que elementos como el campanario y el altar fueron removidos.

Aquí era donde estaba el altar

Entre los detalles que se puede encontrar en el Hagia Sofia, hay una colección de mosaicos únicos que con caracteristicas clásicas del arte bizantino. Son imagenes de la vida de Jesucristo, así como otras de emperadores entrengando el Hagia Sofia. La mayoría de estos mosaicos se encuentran en la parte superior del edificio. Junto con algunas puertas enormes de marmol de los emperadores que estan increíbles.

Mosaico de Jesucristo

También en la parte superior, sobre un gran bloque de marmol se encuentra una escritura runica, que se presume, perteneciente a un vikingo que estuvo paseando por Turquía. Se supone que hay más runas, pero no las encontre. Hay una serie de láminas explicando en turco e inglés detalles históricos de la iglesia y mezquita, además de unas proyecciones de video. Aunque no esperes encontrar mucha información. Claro se puede rentar una audioguía o contratar el servicio de un tour, que en la plaza frente al museo hay montones.

Runas vikingas

Finalmente la tienda de regalos, que aunque no compre nada, esta muy bonita y tienen muchas reproducciones bizantinas que bien valen el montón de euros que te quieren cobrar. Se puede visitar el Hagia Sofia en digamos unas dos horas, con calma, dado que solo es el edificio y unas cuantas tumbas aledañas. Sobre las tumbas islamicas no hay mucho que decir, se puede apreciar la arquitectura de ellas por que son como criptas, con hermosos vitrales y mosaicos. Eso si, para entrar a las tumbas hay que quitarse los zapatos y taparse la cabeza las mujeres. Como si entraran a una mezquita.

  • Costo - 30 Liras turcas (Sitio con precios).
  • Horario - Esta abierto todos los días, excepto lunes, de 9 de la mañana a 7 de la tarde. En invierno hasta las 5 de la tarde.

Fuente fuera del museo

Si te encuentras en Sultanahmet, no hay forma de que te pierdas. La entrada esta en la esquina más próxima a la calle Yerabatan y Divan Yolu. Desde otro lado, necesitas tomar el tranvía y bajarte en la estación Sultanahmet. El tranvía es una sola línea, y es bastante fácil de usar. Otra opción que mucha gente utiliza son los autobuses del tipo hop on hop off para ir conociendo en grupo las diversas atracciones de Estambul.

Hagia Sophia de noche