Mucha gente tiene ideas un poco extrañas y algo alejadas de la realidad sobre que esperar en un país de mayoría islámica. Creo que muchos de nuestros conceptos erróneos se basan en estereotipos y personajes de caricatura en televisión. Por eso esta pequeña guía para saber que esperar en un país musulmán:

  • Los musulmanes rezan unas 5 veces al día y antes de hacerlo las mezquitas hacen el llamado a rezar, Adhan, el cual suena por todas las calles por altavoces instalados en los alminar. Las primeras veces que se escucha es un poco raro, pero después pasa a segundo plano. En este momento es normal ver a muchos hombres prepararse con alfombrillas para rezar inclusive cuando están en mercados.

Mezquita en Estambul, Turquía

  • Las mezquitas no están abiertas a extranjeros, solo muy pocas están disponibles para visitar en horarios restringidos. Normalmente las más grandes y por lo tanto populares. Hay un código de ética para entrar, pues hay que ser respetuoso con la vestimenta, sobre todo las mujeres, y ser discretos dentro de la mezquita.
  • En general, no solo en las mezquitas, la vestimenta debe ser respetuosa y evitar faldas cortas o escotes. Aunque en países como Turquía son un poco más abiertos, hay otros países con leyes más severas donde la Sharia (ley islámica) se aplica completamente.
  • La alimentación, aunque existe el concepto halal para la comida permitida en el Corán, como extranjero no es tan difícil porque solo hay dos limitantes claras, no alcohol y no cerdo. El alcohol es accesible un poco más fácil, pero el cerdo no tanto. En nuestra visita a Turquía y Marruecos no vi cerdo en ningún lado. Cervezas si.
  • Los musulmanes, como la mayoría del mundo, son amables y no son los malos de películas como alguna vez lo fueron los rusos. Claro que siempre hay excepciones y el sentido común ayuda en muchas situaciones. Lo que si que hay ciudades como Marrakesh donde los vendedores callejeros están muy viciados por los turistas y muchos son muy oportunistas. Este tipo de conducta sucede en todos lados, y es independiente a las creencias de las personas.

Mezquita en Marrakesh, Marruecos

En conclusión el respeto a las tradiciones, costumbres y lugares de culto es lo único necesario para tener una visita placentera en un país musulmán. Puede que sean personas más conservadores, los católicos permiten entrar a cualquiera a sus templos, pero aún así es algo un tanto bueno porque permite tener una visión más pura de esta religión.