Ya han pasado varios artículos y no había escrito ni una línea sobre mi ciudad Guadalajara. Nací y vivo aquí desde hace muchos años, y aunque no podría ser como un guía de turismo local, creo que puedo explicar algo de la ciudad. Comenzemos con el hecho de que la verdad Guadalajara no es ese tipo de ciudad tan turistica que uno podría imaginar. La mayoría de la gente de otros paises ni idea tiene que existe, claro que saben que existe el tequila y las playas. Pero aún así visitarla, y desde aquí visitar otros poblados interesantes de la región, creo que sería bien visto por muchos turistas.
En Guadalajara se puede encontrar un buen clima para visitar, casi todo el año. A excepción de las locas lluvias en Verano, que pueden poner de cabeza el tráfico y se vuelve dificil pasear en la ciudad. Pasear en la ciudad sin auto, es digamos no tan grato, porque el transporte público no esta coordinado y el metro (o tren ligero como le decimos aquí) es muy pequeño comparado con el tamaño de la ciudad. Pero pasear desde el centro de la Ciudad es grato y fácil de hacer.
Partiendo del centro histórico, encontramos los edificios más emblematicos de la ciudad. La Catedral de Guadalajara que es una iglesia localizada en la Avenida 16 de Septiembre e Hidalgo con sus dos torres que es emblema en muchas partes de la ciudad. Justo enfrente de la catedral tenemos Plaza Guadalajara, donde uno se puede mover a traves de las calles peatonales de Morelos y Pedro Moreno para encontrar tiendas y uno que otro lugar para comer.
Hay varios edificios y plazas importantes tanto a los lados como atrás de la Catedral, incluyendo la Plaza de Armas, la Rotonda de los Hombres Ilustres, el Museo Regional y la siempre popular Plaza Liberación. En esta plaza se puede encontrar exposiciones temporales, así como eventos diversos como de bailes típicos y en epoca navideña una pista de hielo.
Con la Catedral a espaldas, al frente de la Plaza Liberación se encuentra el Teatro Degollado que es un lindo edificio con una arquitectura que evoca a estilos romanos. Suelen presentarse orquestas, compañias teatrales y demás eventos culturales. Nunca me ha tocado ir a uno, pero conozco el inmueble por dentro y el mural de la cupula es bastante bueno. Alrededor del Teatro se pueden ver otras iglesias y justo detrás esta la Plaza de los Fundadores que cuenta con una fuente y una escultura que muestra a los españoles fundadores de Guadalajara, así como otras estatuas de alcaldes y delante de esta plaza se encuentra el escudo de armas que es un árbol rodeado de dos leones.
Esta la parte divertida de Guadalajara, sales de una plaza y apareces en otra. Cruzando la escultura de los leones, encuentras más esculturas y una gran fuente. Estamos en Plaza Tapatía, para los que saben tapatío es el gentilicio de Guadalajara. Esta plaza suele servir de corredor a dos lugares, el Hospicio Cabañas y el Mercado Libertad, conocido también como San Juan de Dios. La fuente en esta plaza tiene una curiosa historia. Esta compuesta de varias aves-serpientes en la periferia, que representan la leyenda de la serpiente emplumanda, dios prehispanico conocido como Quetzalcoatl, que se figura en el centro de la fuente. Pero a detalle se ve algo curioso, pues la serpiente central no tiene cabeza. Según se cuenta, el artista fallo los calculos y la cabeza era muy pesada para ser sostenida por el armazon del cuerpo. La cabeza se puede localizar a pasos entre los arboles en la misma plaza.
Algunas fuentes largas en una largo corredor con numerosas joyerías y bancos y al horizonte se logra distinguir un edificio digamos no convencional a los demás, se trata del Hospicio Cabaño con su hermosa cúpula coronada y su amplia entrada. Antes de entrar vale la pena ver las estatuas de la Sala de los Magos del escultor Alejandro Colunga, tomarse unas bobas fotografías sentado en cada mago, y disfrutar de ese sol tapatío. Que es algo intenso en esta explanada.
El Hospicio Cabañas fue creado originalmente para contener un orfanato y un centro de asistencia social, en aquellas epocas de la colonia española. Paso por diferentes roles, hasta que fue reclamado para usos culturas. Actualmente sirve a manera de museo con exposiciones temporales de artes plásticas, y para disfrutar la arquitectura y, sobre todo, los increibles murales de Clemente Orozco. Entrar al Hospicio es una agradable experiencia si te unes a la visita guiada, donde se da a conocer la historia del edificio y los murales, así como una explicación clara de como apreciar las ilusiones opticas ocultas en los murales, a que simple vista no se perciben pero son geniales.
Cuando viene gente de visita y, por razones no claras, termino dandoles un tour por el centro histórico, esta es la ruta que suelo tomar. Claro que del Cabañas, las opciones se van al Mercado Libertad o bien a las Nueve esquinas a comer birria. En general la comida del centro histórico no es tan buena, pero a escasaz cuadras uno puede llegar a lugares con mejores propuestas como Chapultepec, que luego contare. Dependiendo de que tanto te entretengas en puestos y tomando fotos de fuentes, el recorrido puede llevarte de una unas dos horas a toda la mañana. Lo mejor es comenzarlo temprano, desayunando por la zona en algún lugar como Café Madoka, que se encuentra en Enrique Gonzalez 68 casi esquina con Juárez (Foursquare).
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