El siguiente diario es la versión original de una libreta de apuntes que llevaba conmigo en el viaje por tren a Europa en el 2012. Hay muchos detalles raros e incompletos pero quiero conservarlo así por originalidad.
###Enero 13, Aeropuerto CDG, 9:20 Me queme el dedo en el avión. Estoy esperando a Rox, y el aeropuerto esta loco. Muy grande, con mucha gente de muchas partes. El avión a Praga va atrasado un poco. Es hora de comprar un poco de café parisino.
###Enero 13, Aeropuerto CDG, 10:40 Esta por despegar el avión, es increible el tamaño de este aeropuerto. Avenidas pasan por debajo. En este vuelo no me toco sentado con Rox, esta en el otro extremo de la hilera. Pasar la aduana de Schengen fue de lo más fácil, solo nos preguntaron los días y el boleto de regreso.
Comí un eclair de chocolate con café, 10 euros por eso y un capuccino de Rox. Extrañamente no había Starbucks en el aeropuerto, y eso que lo recorrimos bastante. En general muy amables los parisino, ahora ver como ajeran los checos.
###Enero 13, Habitación en Praga, 19:50 Largo día en Praga, en realidad miento, llegamos como a las 12 del día, y después de una confusión con las maletas, salimos al mundo real, él cual era frío, muy frío. Fuimos valientes y tomamos un camión urbano para llegar al metro. Me gusto mucho los suburbios, grandes edificios con jardínes, se ve que viven bien por estas zonas. Por cierto, vi algo de nieve minutos antes de aterrizar, pero aquí en Praga no hay nieve solo aguanieve ajerosa qe pega en los ojos, pero es divertida.
El metro es grande, y de hecho también tienen tranvía, que se ve coqueton. Después de rendime ante la necedad de un checo por decirme que lado del metro llegar, nos encontramos con la estación del destino. Intente usar mi super GPS con Google Maps cacheado y como siempre, fracase. Después de perdernos un rato, encontramos la calle del hotel, más no el hotel. Malditas calles aquí en Praga, son imposibles, y más con los nombres raros. Curiosidad que la gente aquí se molesta si no pronuncias correctamente, y el maldito checo no se como agrupa las consonantes que no es de Dios.
Por fin en el hotel, salimos primero a comer, llegamos a un restaurant coqueto a una cuadra, que nos recomendó el encargado del hotel. Comí goulash, pero como que le faltó sentimiento quizás mañana lo intente de nuevo en otro lugar. Bien comidos, caminamos rumbo a la escultura de Wenceslao (o algo así), donde conocimos la parte “bonita” de Praga con Starbucks cada 100 metros, como un Reforma chiquito. Paseamos y llegamos al reloj astronomico, y demás lugares que por el mal clima y la noche no disfrutamos completamente, aunque mañana pasaremos.
Ya de regreso pasamos a U Fleku, una trampa de turistas pero con una cerveza casera muy recomendable, de estilo Porter, quizás. Rara en estos lugares que sobresalen las lagers claras.
###Enero 14, Habitación en Praga, 21:23 Todo un día en Praga, comenzamos con el desayuno gratis del departamento, el cual fue raro porque nos dieron huevos cocidos en lugar de un huevo frito. De ahí fuimos a pelear en el tranvia para llegar al Castillo de Praga. Fue fácil en realidad llegar, una vez ahí, fue muy impresionante el lugar. Aunque no pasamos al palacio, el templo de Saint Vitus esta muy lindo. Vimos varios lugares más de la vieja Praga, hasta el puente Charles, que estuvo más grande lo que pense, muchas esculturas religiosas que terminan en el barrio judio, donde nos perdimos un rato y no entramos a la sinagoga. Seguimos caminando por calles llenas de finisimas tiendas, y terminamos en el nuevo centro de Praga, decidimos pasar a la torre del reloj astronomico en la noche.
Nos dirigimos a Wenceslao donde tomamos venganza de los puestitos de comida rápida, a comprar salchichas locales. Compramos dos tipo, ambas muy buenas, la condimentación era exquisita. Proseguimos errantes al departamento y luego a buscar un poco de WiFi. Llegamos a Comics Pub, bastante raro en decoración, estilo comics de los 70’s. Ajeramos por Internet, y bebimos Budweiser Budvar, clásica y dark. Esta última es muy buena. Saliendo del pub, caminamos a la torre del reloj. La torre por dentro es un sitio curioso con elevadores de cristal muy modernos. La vista desde la torre justica el costo (100czk) y creo que de noche mucho más. Se veiá con claridad muchos de los edificios emblematicos de la ciudad.
Bajando era hora de cenar y lo hicimos como lo hacen los simios, en forma industrial. Cenamos en Mlejnice, recomendación de Tripadvisor, donde Rox comio un goulash dentro de un pan y yo un chamorro de cerdo de un kilo. Delicoso, acompañado con un pure de rabano blanco (parecido al wasabi) y mostaza como casera. Un buen ejemplo de buena comida, abundante y buen precio (520czk con dos medios litros de cerveza y propina).
###Enero 16, Tren a Viena, 11:07 Por poco y perdemos el tren, pero lo logramos. Ayer fuimos a Pilsen, intentamos irnos en camión y fuimos a la estación Florenc, pero solo hubo confusión y corrimos a la central de trenes. La estación es absurdamente grande, con tableros como de aeropuerto y tienditas dentro, todo menos contoles de seguridad.
El camino a Pilsen esta lleno de poblados pequeños y nevados, había muchos grupos de ski en el tren. Después de casi 2 horas de viaje, llegamos a la estación Pilzen, que la primera impresión fue persistente en todo el poblado, un lugar comunista, como de antaño con un McDonalds. La gente se veía rara, y vimos muchos gitanos misteriosos.
Después de algunas pérdidas para salir de la estación encontramos el camino a la cervecería Pilsner Urquell. Es como el Disneyland de la cerveza lager. El recorrido (150czk) comenzo con la visita a la planta de empacado con maquina enormes llenando cerveza como si no hubiera mañana. De ahí nos llevaron a una presentación multimedia, a algunas tonterías visuales. Continuo con una visita a unas calderas de cobre y de ahi a las grutas donde nos mostraron las barricas enormes donde se enfría la cerveza por algunos días. Aquí fue donde nos dieron un vaso de cerveza Pilsner sin procesar, a la vieja escuela, que era bastante buena con un sabor más intenso al lúpulo. Nos mostraron finalmente un enorme refrigerador de hielo, que era una cueva con un hoyo en la superficie, bastante helado por cierto. Así termino el tour, pasamos a comprar unos souvenirs y nos dirigimos al pueblo a buscar el bar del museo donde en teoría vendían más Pilsner sin filtrar.
El pueblo de Pilsen estaba congelado, con el suelo repleto de nieve. Rox se arrepintio de que quería nieve. Como era Domingo, naturalmente estaba todo cerrado y no localizamos nunca el museo, preferimos partir a la estación de regreso. Ya comenzaba a oscurecer. Como intermedio quiero aclarar, que no encontre agua natual, solo mineralizada en Praga, y sabe a basura. Continuemos. Dentro de la estación de Pilsen, intentamos entrar a un lugar, creo llamado “Cantina” en checo, que más adelante contare.
###Enero 17, Cuarto en Viena, 15:08 Ya estamos en Viena. Esta nevando y regresamos del Palacio Schonbrunn. El viaje en tren fue tranquilo pero llegar al hotel fue un poco loco, sobretodo por que nos decían que tomaramos el tranvía, pero es una locura, por eso mejor tomamos el metro. Viena es un lugar lindo, y curiosamente la gente aquí es amable y no se molestan si no sabes pronunciar correctamente como en Praga. La ciudad en general es más tranquila, no hay tanto alcohol y gitanos fumando en las esquinas, pero si mucha tienda fancy, en general más caro todo.
Antier, de regreso de Pilsen entramos a ese mistico lugar para querer comer. Entramos y todo mundo guardo silencio y nos vieron. Ningún anuncio en inglés, nos sentamos y mejor corrimos. Fue como un occidental entrando en la Rusia comunista, me dio mucha risa. De Pilsen fuimos de regreso a Praga, y encontre el restaurant U Medijiu, el cual fue genial. Comí medio pato asado con miles de dumplings y cerveza Budvan oscura. Salimos temprano del hotel, y el camino a la estación fue muy tranquilo.
###Enero 18, Tren a Munich, 10:50 Salimos de Viena, tanto Rox como yo tenemos un buen sabor de boca del lugar. Aunque no vimos completo el centro historico, la visita al palacio y jardines justifico la estancia. Inclusive unos osos pandas vimos, el zoologico valio la pena, ver los animales en la nieve es muy diferente y las habitacion de animales trópicales en el calentador a todo lo que da es muy divertido. Es como cruzar una puerta y entrar a una selva, regresas y el bosque tundra con lobos blancos.
Como ya mencionaba, Viena es lindo, pero no se siente como una ciudad para turismo. Esta muy bien desarrollada, y con facilidad uno se mueve en ella con el metro, el tranvía fue algo que no pude usar, pero bueno no me importa mucho.
Ayer para cenar, salimos a la vuelta del hotel MEININGER (por cierto me gusto el hotel, pero no hay cupo en el de Munich) y nos metimos a un restaurant que primero parecía austriaco pero termino siendo serbio, tome mi primer cerveza serbia, la cual no estaba muy cool pero no sabía a basura. La comida si era extraña, era como un grill versión Europa Oriental. Había mucha gente que no hablaba alemán de hecho, pero no fue tan raro como en Pilsen. La comida estuvo bien pero la fallamos, porque no nos dijeron que al fondo había barra de condimentos y acompañantes. El lugar que se lleva el oro, es la cadena de panaderías Ströck, que hay en todos lados de Viena, y la de la estación Westbahnhof vende buenazos desayunos. Como por estos rumbos las panaderías venden tanto salado como dulce, no quieres salir de ahí y probar tanto puedas. Aparte que es de los más economico por estos lugares. El café, es genial, muy intenso, y como comprobe, no venden américanos en ningún lugar, solo el Melange (cafe a la viena, espresso con espuma de leche) y espressos, bastante curioso ¿Starbucks? Dice Rox que vio uno en la estación Meidling, pero yo no vi uno solo, habra que googlear.
###Enero 20, Restaurant en Munich, 17:30 Esta nevando con un poco de fuerza alla afuera, estoy disfrutando de la deliciosa cerveza local Spaten y Franziskaner en un restaurante enfrete de la estación de trenes con Rox esperando que se haga hora para abordar el tren nocturno a Roma. Un poco de días soleados no caeran nada mal. Munich es una ciudad bonita, con buena infraestructura y buena conservación de sus viejos edificios. Nos hospedamos dos noches en el hotel Creatif Elephant a unas cuadras de aquí. Bastante amables y serviciales sus encargados.
Después de llegar en el tren aquí, fue facil llegar al hotel, y como teníamos algunas horas de luz natural salimos a conocer el centro historico Marienplatz que esta muy cerca del hotel. La zona peatonal del centro estaba llenda de tiendas de souvenirs y artesanías muy lindas como trajes típicos, cascanueces, relojes cucu, y cosas de cervezas como tarros, entre otras cosas. Las otras tiendas son de ropa como C&A, y demás. Nos dirigimos hacia Hofbrauhaus (mejor conocido como HB) para probar sus salchichas y cervezas. HB en barril es un buen ejemplo de cerveza de bavaria, aunque en el viaje hubo mejores.
Paseamos por diversas calles de Munich conociendo la ciudad, la amabilidad y hospitalidad de sus habitantes, ¡y su frío!. El mercado era delicioso su olor a embutidos, frutas, nueces y calor, gran experiencia. Al día siguiente, Rox y yo acordamos ir a Erding según el plan. Tomamos el S-Bahn rumbo a Erding tan temprano como pudimos, desde ayer Rox ha tenido problemas estomacales yo pienso que es algo con los lacteos, son muy grasos por esta zona.
El camino a Erding no fue largo, pero fue curioso. Lleno de suburbios en sus diversas paradas. Parece que la vida civil y cotidiana en esta ciudad es tránquila y fácil por sus medios, aunque podría estar engañado por mis ojos. Una vez en Erding, intentamos hacer nuestro camino a la cervecera Erdinger, un buen alemán nos guio por el autobus, que hasta él mismo nos pago, para llegar. Por mala fortuna había que reservar y esperar el tour en inglés, así que no pudimos pasar a la fábrica, pero compramos algunos souvenirs y caminamos de regreso al centro de Erding.
En el centro, después de algunas fotos, llegamos al restaurante de Erdinger, que curiosamente tiene hotel aledaño. La comida, aunque un poco más cara, fue excelente. Yo pedí el conejo salvaje con salsa de vino y moras y Rox un schnitzel de puerco muy sabroso. La cerveza fue de lo mejor, probe una Erdinger Ursweisse y la clásica Pikantus. La primera puedo decir que es la mejor cerveza de toda Bavaria. Rox por su parte pidio la Dunkel, que si se aprecia su frescura comparada con la embotellada. El regreso a Munich fue temprano sin problemas. Caminamos al centro de nuevo y paseamos por más calles.
Para la cena pasamos al restaurante donde estamos ahorita, Rechthaler Hof, a comer algo ligero. Nos decantamos por el plato de embutidos y un camembert derretido con salsa de arandanos. Probe las cervezas previamente mencionadas en cuatro variedades. La comida fue buena y a un precio bueno.
Hoy desperamos para visita un castillo más, el Nymphenburg o Castillo de las Ninfas. Tomamos el tranvía y sin problemas encontramos la entrada. Aunque estuvo un poco nevado el camino, hoy en sí fue el día de nieve aquí en Munich. Antes de entrar al castillo tomamos un desayuno ligero de pan salado y café.
Continua leyendo segunda parte, tercer parte, cuarta parte y ultima parte.
No te pierdas ninguna actualización
Suscribete a la lista de correo y recibe nuestras novedades.
Continua leyendo con nosotros. Podrían interesarte los siguientes artículo: