Viernes 16 de Mayo 2014
Primer escape a Latinoamérica, tocando la cosmopolita ciudad de Panama, al menos eso creía. Un vuelo por medio de Copa Airlines de unas 4 horas, bastante tránquilo sin contratiempos en el aeropuerto de Guadalajara, y aterrizando en el distante aeropuerto de Tocumen, después de a ver visto en las alturas una costera ciudad llena de edificios y puertos. Se veía muy bien, como que las ciudades al lado de una gran masa de agua me gustan más, ya sea bahía, mar, río o lago. Pena que en Guadalajara no tengamos algo así.
Migración fue rápido y cool, sin visa ni nada, bienvenidos en el hermoso país de Panama. Como sabía que el aeropuerto estaba lejos de la ciudad, o al menos de nuestro hotel, fuimos directo a un taxi. Cosa poco convencional para nosotros que buscamos alternativas. El taxista fue amable y nos explico un poco lo de la moneda, que yo sabía que era dolar americano, pero resultaba que todavía manejaban Balboa pero solo en moneda no en billete, pero con la misma paridad que el USD. Pasamos algunas autopistas y por fin llegamos a una zona con muchos edificios y la torre Trump de fondo junto al mar.
La primer impresión de Panama me gusto mucho, se veía muy cosmopolita y el hecho de que fuera América Latina le daba un gran plus. Me gusto. El taxista nos dejo en nuestro destino, el hotel boutique Manrey. De unos 3 pisos con alberca en el cuarto, tenía una decoración excelente, en palabras de Rox “la mejor habitación”. La alberca estaba muy bien, y aunque no era de los hoteles más altos y grandes, era perfecto. La atención de primera.
Como llegamos temprano al hotel, tipo 10 de la mañana probablemente. La habitación no estaba lista, pero dejamos las maletas y salimos a la Avenida Balboa a descubrir la ciudad. Grandes edificios, calles lindas y bonitos parques. Claro era la zona elegante, pero bastante bien. Había un metro a unas cuadras, pero no tuvimos oportunidad de movernos en él. Lo acababan de inaugurar días atrás. El primer punto en la agenda, ciudad amurallada o El Casco Viejo que se encuentra en un digamos istmo de la ciudad. Salimos de la zona a un parque, donde había una especie de competencia de niños de primaria tocando instrumentos musicales como de bandas, y era un escandalo con los tambores. El parque se llama Parque Urraca y de hay caminamos a lo largo de un parque lineal entre la Avenida Balboa y el mar, con muy buena urbanización. El parque tenía diversas areas como jardines, estatuas y una especia de terrazas, supongo para eventos, y con grandes puentes. Se veía de primer mundo con las palmeras y el mar de un lado, y del otro lado grandes edificios.
Como veran en las fotos estaba un poco nublado, una bendición, aunque aún así Rox sufrio de quemaduras. Es demasiado sensible para el mundo real. El parque terminaba cerca del Mercado de Mariscos, que es bastante similar a los mercados mexicanos con opciones para comer pescado y mariscos frescos. En este caso el ceviche, que es parecido al mexicano más no igual. Había muchos locales, y la mayoría era comida fría, poca comida caliente. En ese momento no comimos y seguimos adelante hacía el Casco Viejo.
Llegando a Casco Viejo, es curioso porque me da esa impresión de pueblo colonial español pero con costa. En los siguientes días en Cartagena tendría más este sentimiento como de extraño, porque normalmente asocio los pueblos coloniales en ambientes distintos. Como eran vacaciones y nosotros funcionamos a base de cerveza, sabía que teniamos que intentar una recarga de combustible. La Rana Dorada es una pequeña cervercería de la ciudad de Panamá, que tiene varias sucursales y deliciosas cervezas. Su cerveza tipo Pilsner es de primer nivel y tienen buenos precios.
Tomamos unas refrescantes cervezas, y continuamos el camino a conocer el centro. Cruzamos unas pequeñas calles llenas de fachadas que evocaban tiempos viejos de españoles, bastante agradable. Llegamos a la plaza, digamos del pueblo, donde se veían unos viejos edificios y una iglesia. Había algunos puestos de artesanías, pero nada interesante, al menos para nosotros. En ese momento nos abordo un guía turistico, un buen nombre de cuyo nombre no logro recordar pero digamos que era Juan, 80% seguro que asi se llamaba. Sabíamos sus intenciones, pero teníamos ganas de que nos explicaran un poco de la historia y aceptamos sus servicios.
Juan nos dio un tour por todo el Casco Viejo explicando la historia detrás de todos los edificios e iglesias que estan en las primeras cuadras, e incluso nos ayudo a entar a algunos que al parecer gratuitamente podías entrar sin problema, por ejemplo las celdas de prisioneros . Pero claro sino sabes ni como lograrlo. De lo primero que nos narro fue los intentos fallidos de los franceses para construir el canal de Panamá y como los estadounidenses lo lograron.
Entramos con él a una casa que si no mal recuerdo solía ser del alcalde de la ciudad. Y vimos las habitaciones donde se recibía a la visita y se discutía la política. Muy interesante, sobre todo por las pinturas y planos de la ciudad que permiten apreciar e imaginar como lucian esas murallas en tiempos de la colonia.
En este lugar nos pidio que tomaramos foto del plano de la ciudad (foto anterior), porque la necesitariamos más adelante.
Nos explico que la ciudad amurallada como tal ya no existe porque gran parte de la muralla o fue destruida o bien sirvio de base y paredes para nuevas construcciones. Nos guio a un lugar que era la “zarpa de oso o tigre” que era el borde en forma de diamente al centro derecha del plano, y que según el guía tenía forma de zarpa desde las alturas. Aquí paso algo curioso, porque estaba explicandonos esto, y alrededor de la ruina había muchas casas y unos sujetos echando mecánica, y la verdad no tenían la mejor pinta. El guía los saludo y continuó explicandonos y me pidio que sacara la foto del plano. Le pase el celular y nos decía en que parte estabamos, entonces los sujetos se acercaron y le dijeron que que estaba diciendonos. El guía les conto y les paso mi celular para que vieran la foto.
En ese momento dije me dije, “OK si esto es un asalto, hagamos que sea suave y sin violencia”.
Los hombres me regresaron el celular, y le dieron las gracias al guía por que les enseño algo ese día. Me dije, todo esta bien. Caminamos una cuadra, y nos señalo el guía hacía una dirección de la esquina que estabamos.
Para aquel barrio no se metan - nos dijo -. Ni yo entro, porque es peligroso. Podrían asaltarlos.
Rox y yo nos miramos y acatamos el consejo. Después platicariamos como nos sentimos en medio de un asalto y luego el consejo, y reimos mucho. Cosas que pasan. Cabe aclarar, que no es mala imagén sobre Panamá, en cualquier ciudad encontraras barrios no gratos y hay ladrones. El sentido común y estar alerta al viajar como siempre es lo más prudente.
Otro detalle que nos dio a conocer es que la presidencia de la República esta en este centro. Días después nos tocaría ver más esta parte. Nos platico de los barrios peligrosos y de música, Rox si reconocía las canciones pero yo no tenía idea. El día empezo a oscurecer por la lluvia que no tardó en llegar. Así que nos despedimos y tomamos un taxi para regresar a descansar al hotel donde ya estaba la habitación lista. Ya teníamos bastante historia para un día.
De regreso al hotel, fuimos por viveres. Lease agua en cantidades industriales, y cerveza en mismas porciones. En recepción nos dieron una cortesía para un cocktail en el skybar, así que fuimos a conocerlo. Por la vista fue de fábula, y la bebida que pedimos, pisco sour, increíble. No había probado tal mezcla y me gusto mucho. Comenzaba a anochecer y las luces de los edificios iluminaban la zona. Se sentía muy bien, pero luego recorde que necesitamos comer algo ya era cena y la comida fue escasa. Justo enfrente del hotel había un lugar de comida libanes, que lucía muy bien. Había más opciones de comida, pero nada local. Así que fuimos por lo que nos parecio lo mejor.
Escogimos un mezza, que básicamente es un monton de pequeñas porciones para compartir al centro. Claro con mucha cerveza. Nos dieron baba ganoush (pure de berenjena asada), hummus (pure de garbanzo y ajonjoli), pan, y demás delicias, pero lo mejor era la deliciosa paprika que tenían. Le dije de broma a Rox, que si la cambiaba por un costal de esa paprika. A ella no le agrado la broma.
Sábado 17 de Mayo 2014
El clima estaba bastante agradable, y después de tomar el desayuno en el hotel, pasamos a la alberca. Otro gran punto en este hotel por cierto, su desayuno buffet era bueno. La vista a la ciudad desde la alberca justificaba el quedarnos remojando un rato sin ir a pasear. Por supuesto que fuimos a conocer, pero con el sol de Mayo en el casi Caribe, era dificil decir no a la alberca. Sumale unas deliciosas cerveza Panama y una botanita que compramos el día anterior en el super. Imposible.
Pasaron las horas, y le dije a Rox que era momento de lanzarnos a las calles. Escogimos ir a la ciudad antigua de Panamá, conocido como Panamá Viejo. Que consisten en las ruinas de la primera ciudad de Panamá, una de tantas, que quedo totalmente destruida a excepción de la torre de la catedral. Esta última esta habilitada como mirador. Para llegar al lugar, hay que salir un poco de la ciudad actual pero no es dificil de llegar. El lugar es algo extenso, así que se recorre con un poco de calma y leyendo las placas de información sobre las ruinas. Estan interesantes y con los planos, te permite darte mejor idea de como estaba formada la ciudad y conocer la historia trágica a la que llego. Puesto que fue incendiada por el propio gobierno por la ocupación de los piratas, si no se van pues quemamos todo. ¡Vaya lógica! pero tenían que sacar esos piratas roba oro que por supuesto los españoles robaron a los incas.
El lugar tenía un museo de historia, que no entramos porque se veía algo triste desde afuera. Y también hay una especie de mercado de artesanías. Bastante folclorico y colorido, al parecer los precios no estaban tan mal. Aunque Rox y yo acostumbramos ver artesanías y divertirnos, casi nunca compramos. Son como lindas cuando las ves todas juntas, pero luego las llevas a casa y como que no sabes que hacer con ella, porque a veces no cuadran con el resto de la decoración. No hay muchas tiendas por la zona donde estan las ruinas, son como suburbios, así que llevar agua es muy recomendable. También el transporte público es un poco raro, y el taxi para acercarse a la ciudad no sale caro por lo que no esta mal considerarlo.
Regresando al centro de la ciudad en taxi, y anduvimos caminando disfrutando las calles. Había muchas colonias bastante lindas, definitivamente me encantaría vivir en esa ciudad, sobre todo las torres de departamentos estaban increibles. Intentamos sin éxito conocer un poco de la gastronomía local, pero simplemente había unas especies de fondas que vendían pollo rostizado y arroz. Yo me preguntaba donde estaban los patacones y demás comida típica. Curioso que hasta en el KFC vendían arroz con el pollo. Tomamos rumbo al hotel para descansar un poco del sol, que era intenso, y nos detuvimos a comer a un supuesto lugar de comida griega, que era todo menos griega. Decepción y así.
De nuevo en la piscina, no nos culpen el calor era intenso, estabamos pensando en los siguientes días. Veniamos viendo sobre tomar un tour en el canal de Panamá, y procedimos a hacer la reservación correspondiente para el día siguiente. Básicamente estaríamos casi todo el día en carretera y en una lancha viendo vegetación y animales. No sonaba mal.
Con el plan listo, solo quedaba pasear por la ciudad. Anduvimos tomando una cerveza por aquí, otra por alla, y viendo centros comerciales y demás tiendas. Que se supone había tiendas que no cobraban impuestos ni nada, y que todo mundo iba a comprar electronicos. Pero sucede que no era ahi tal cual, sino en la ciudad de Colon al norte de Panamá. No teniamos interes de comprar algo, así que ignoramos el tema.
Desconozco si había más museos, o cosas culturales que ver. Nosotros teníamos el plan de estar en las calles y girar lo más posible en el centro, lo cual fue grato porque vimos los diferentes horarios de un día laboral normal. Con las locuras de la gente saliendo a comer, y destruirse en el tráfico y la salida de las escuelas. Incluso pasamos por el campus de la Universidad de Panamá, y vimos como los universitarios paseaban y fumaban despreocupados de la vida, me recuerda a cierto país. También vimos algunas estaciones del nuevo metro de la ciudad, pero no entramos. Después nos parecio escuchar que tenía poco de inaugurarse y era gratis, o algo así.
Regresamos relativamente temprano al hotel, porque teníamos que despertar temprano para que nos recogieran para comenzar el tour. Rox ya tenía un poco de miedo, porque imaginaba que estaríamos expuestos a cocodrilos y pirañas, y miles de peligros más de la selva. ¡No estaba tan equivocada!
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