Jueves 12 de Septiembre 2013
Llegamos un poco de noche, en un aeropuerto no tan lleno por lo que pasamos Migración y Aduana rápidamente sin problemas, y nos lanzamos a buscar el Metro, que por fortuna seguía operando. Lo que si es que tuvimos que caminar bastante. El metro paso por un buen de lugares, dado que si estaba un poco lejano, pero estuvo bien. En la parte del Loop, el metro es por arriba, así que desde arriba vimos el hotel a la distancia.
Bajando de las escaleras de la estación, me ubique un poco en las calles, para saber a donde caminar, sobre todo dejar la maleta. Y encontramos el hotel a unas cuantas cuadras. Travelodge Hotel Downtown no era precisamente lindo, pero por el precio y ubicación, teníamos un ganador. Dejamos lo que teníamos encima de maletas y locura, y yo reclame cerveza. Sabía de un pub cercano, llamado Miller’s, así que nos encaminamos sin demora a cenar algo y beber un poco más. Pedí una burger, como que es obligación una burger en las primeras 24 horas de estar en EU.
Viernes 13 de Septiembre 2013
Salimos temprano, y tomamos un desayuno ligero creo, algo así como Dunkin Donuts. Caminamos hacia el gran parque con la espectacular fuente, estábamos a cuadras de ahí. Todo lucía muy bonito y organizado, el tipo de ciudad linda que uno espera ver. Fuimos al Instituto de Arte de Chicago, pero estaba cerrado todavía. Así que esperamos en los parques un poco más, y disfrutabamos la vista a la bahia, pero no nos acercamos tanto. Se veía muy curiosa la estación y vías de tren por debajo del museo, que separa el inmueble en dos edificios.
Cuando ya faltaba poco para que abrieran el museo, ya habia una fila, y fuimos a formarnos. Presentamos nuestro CityPass, y rápidamente pasamos a la diversión del museo. Recuerdo que era un museo amplio con muchas secciones, entre las que más me gustaron fue las habitaciones miniatura de Thorne, y había muchos cuadros lindos, que por el momento se me escapan los nombres como American Gothic.
Pero el detalle de las habitaciones fue lo más impresionantes, eran tan pequeñas y delicadas y tenian esa profundidad rara que te permitía verlas en tercera dimensión, claro que la foto abajo no justifica ni un poco el trabajo.
Pasamos un par de horas ahí, y después nos fuimos a Millenium Park, a presenciar el frijol gigante, o Cloud Gate. Que estaba loco, y si había como mil personas (o quizás solo 100) tomandose fotos lelas ahi. Tomaban fotos desde muchos ángulos, jugando por fuera y por debajo del frijol gigante. Yo esperaba que el frijol abriera una compuerta y nos llevara a un lugar lleno de frijoles refritos y tamales, pero no sucedio. Aún así fue divertido. Acabandose el parque cruzas el río y comienza Magnificent Mile. Que se podría resumir como un montón de edificios con tiendas de esas caras, y no tan caras, pero en general es como un atractivo de la ciudad.
Buscando comida cercana a la milla mágica, llegamos a Portillos por casualidad, al sensasional lugar de dogos, que estaba lleno y tenían una logística extraña de venta de alimentos. Tenías que formarte aquí para pagar y pasar una ficha y esperar, y luego girar, y luego buscar bebidas, encontrar lugar y así. La verdad que estaban bien, pero hasta ahí, no fue increible.
Ya comidos, regresamos a girar un poco, más no recuerdo bien que tanto giramos, pero seguramente bebimos por algún lugar o en el hotel. Ese viaje hubo mucho alcohol en el hotel, gracias a una hermosa vinatería que estaba a una cuadra. Que locamente el que atendía era un güero de Guerrero, que con nostalgia me comento “Hace tiempo no veía una de estas” al sacar mi tarjeta de crédito Banamex.
Pasamos por varios lugares aleatorios, como un extraño Oktoberfest que celebraban en una explanada de unos edificios, pero como la cerveza no estaba tan cool (era cerveza Berghoff) nos fuimos pronto. Después de recorrer un poco la ciudad, era momento de verla por las alturas, así que tomamos camino al Skydeck. Como ya casi anochecía, era el momento idóneo, porque yo quería ver el atardecer desde las alturas.
Recuerdo que si había algo de gente, no tanta, pero lo suficiente para impedirte mover libremente entre las ventanas y sobre todo de pararte en las cajas de cristal que cuelgan por los lados y tomarte fotos mientras mueres de miedo. Esta loquisimo ver el suelo a tanta distancia debajo de ti. Anocheció y tomamos unas cuantas mas fotos de noche, es buena idea ese momento porque tomas fotos tanto con luz de día como de la noche, pero si te tienes que quemar como una hora para que se aprecie bien la diferencia.
Para cenar fuimos a Goose Island, con un exquisito flight de cervezas y de comida.Estábamos algo abrumados del apetito, por lo que solo pedimos dos entradas para compartir pero valieron la pena. Yo probé todas las sours beers que tenian en flight, y me encantaron. Lo que si me deje ver lento y no compre algo de Bourbon County, y no pude beber en todo el viaje. Aún así quedé encantado de Matilda, Lolita y sus hermanitas.
En esa ocasión quería seguir bebiendo, pero el restaurante estaba algo lejos así que mejor lo dejamos tranquilo. Fue bastante buen día, porque abarcamos dos atracciones, dos restaurantes del itinerario y bastantes kilómetros de la ciudad.
Sábado 14 de Septiembre 2013
Visitamos el parque de la bahía para ir al Shedd Aquarium, y solo para quemar tiempo pasamos al Museo The Field. El recorrido desde el hotel, si fue algo largo dado que el parque en mapa parece corto pero no es así. El área que concentra los parques, museos y el estadio, es realmente increíble la planeación que realizaron. Me encantaría ver algo así por estos rumbos. El primer destino fue el Acuario, con sus múltiples opciones de entretenimiento. Primero paseamos por las galerías viendo locos peces que jamás habíamos visto ni pensado antes. Había de todos lados, tanto locales, como de agua salada o ríos de muchas partes del globo.
El clásico show de delfines, no fue tan bueno, porque ponían proyecciones de documentales tontos, y no hacían mucho énfasis en los giros de delfines y ballenas. Muy sentimentalista el documental por cierto. La entrada incluía también una minipelicula de 4D, que era La Edad de Hielo, y pues no fue exactamente la mejor experiencia multimedia de mi vida. Nos hartamos de ver tantos animalejos, así que mejor dejamos el lugar para ir al siguiente checkpoint.
Como el CityPass ya incluye la entrada al The Field, para ver unos cuantos dinosaurios. Esta curioso el museo, porque como que tiene muchas exposiciones enfocadas a los niños, había temas como animales de la noche, o el subsuelo. Creo que lo mejor fueron las exposiciones de las casas de esquimales y los dinosaurios. Como queríamos comer algo, pasamos a un McDonald’s, que estaba dentro del museo. Cosa mas rara. Pero considerando que era un museo bastante para niños, no me sorprendió del todo.
Caminamos muchas cuadras kilométricas para llegar a la tienda de insumos, en mi loco afán de comprar caramelo belga y tonterías. Pasamos también por el barrio griego que olía bien, pero ya nos habíamos empacado de McDonald’s y esperábamos noticias de Iunk, que supuestamente veríamos para comer Deep dish… lo cual fue una mentira.
La tienda de homebrewing fue genial, era enorme y también tenían cosas para crecer lúpulos y así. El sujeto que me atendió fue de gran ayuda y asi, y me recomendó cervezas y lugares locales. Uno de ellos, obviamente ya tenía en el itinerario Haytmarket.
Saliendo de la tienda pasamos a este pub, que estaba a pocas cuadras. El lugar era genial porque tenían mucha variedad, cosas extrañas como Black Saison, que pensé solo eran leyendas. Tomamos varios flights mientras molestaba por teléfono a Iunk para que llegara.
Después de la locura de que Iunk no apareció para compartir la Deep dish, nos dirigimos por nuestra cuenta a otro pizzeria, Lou Malnati’s. Me sentía con hambre y no se porque, pense que era buena idea pedir una pizza para 3 personas, siendo solo dos. La verdad que no me arrepiento porque estaba muy buena, era mas como un pastel de queso, con salsita y así. La supuesta salchicha apenas se notaba pero era lo de menos. El punto era el delicioso queso, delicioso.
De tanta pizza que comí ya no pude beber mas alcohol, y nos fuimos al hotel a descansar de la locura.
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