Cerca a la ciudad de Toulouse, al sur de Francia, se encuentra una pequeña población que tiene una colina sobre la que reposa una gran fortificación medieval cuyo nombre es la ciudadela de Carcasona. Restaurada por el visionario arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc, Carcasona nos permite dar un vistazo al pasado y poder caminar por las calles de otras épocas de batallas y asedios.
En esta region francesa llamada occitana, son diversos los castillos cátaros que se construyeron en zonas altas como colinas pero pocos son accesibles al turismo y restauración como Carcasona. La apuesta al turismo fue grande y buena parte de la ciudadela está acondicionada para contenter dentro hoteles, restaurantes y tiendas de souvenirs. No puedo definir si me parece lo mejor pero al final la experiencia es grata.
Se puede caminar por casi todo el recinto y pasar al Castillo Comtal (Château Comtal) que si tiene costo. Aquí el detalle que muchas veces pensamos que castillo es toda la fortificación, pero no es así, solo un edificio dentro de la zona urbana es el castillo. Este edificio cuenta con museo, y un tour guiado (con guía o audioguía) que te explica el origen de la ciudad, su historia y la función de cada torre y habitación así como el trabajo de restauración. La audioguía viene interpretada por el mismísimo Viollet-le-Duc, que claro que esta muerto pero intentan explicar a detalle cada una de sus decisiones en base a sus notas. Muy buen material definitivamente.
Las partes interesantes del Castillo Comtal es que puedes pasear por las murallas donde los arqueros protegían a los gobernantes y con una explicación de cómo se intentaba repeler un asedio. Además que cuenta con una serie de esculturas y artefactos romanos y medievales, junto con maquetas de la zona. Además del Castillo Comtal también se puede visitar la Basílica de San Nazareno, que no tuvimos la fortuna de ver por dentro porque estaba cerrada.
Y para terminar (o empezar) el instagram medieval, la Porte Narbonnaise (Puerta Narbona, puerta principal de la ciudadela) es el clásico ejemplo de arquitectura con una imitación de puente levadizo. No podemos tener nuestra fantasía a la Robin Hood sin que levanten el puente. Esto fue criticado a Viollet-le-Duc, porque no existía originalmente… pero se ve bien.
Para finalizar si quieres aumentar tu experiencia, hospedarte en un hotel dentro de la ciudadela lo vale. Pasear en la noche por esas calles frías (llenas de fantasmas según Rox) es bueno, sin decir que el hotel Best Western (Le Donjon) es un encanto. A las afueras hay más hoteles y más vida, pero pues eso en cualquier ciudad.
- Costo - No recuerdo (fuimos en el 2012) el precio pero segun internet, debe estar en unos 9 euros la entrada más la audioguía que era costo separado.
- Sitio UNESCO - Código 345
Para llegar a la ciudadela desde la ciudad moderna de Carcasona basta con caminar un poco hacia la colina. Será una media hora bastante grata pues cruzas el puente del río Aude y todo el paisaje es bastante bonito. Ahora bien, llegar desde París es una locura pues hay que tomar un tren nocturno y no es tan placentero. Creo que la mejor opción sería llegar a Toulouse y de ahí moverse en otro tren, en otro día. En el relato del Euroviaje 2012 hay más información de estos detalles estratégicos.
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