Como lo he comentado antes, durante y después del viaje a Perú una de mis grandes motivaciones para este viaje era visitar una granja de alpacas y traerme una a la cual llamaría “Chuy”. Algunos sueños se hacen realidad y otros no, por lo que solo pude visitar la granja.
Ya estando en Cusco sabíamos de una granja de llamada Awana Kancha de acceso libre. Se encuentra a mitad del trayecto de Cusco a Pisac. Se puede llegar en tour o tomando un camión colectivo de Cusco a Pisac pidiendo te ahí. Llegar en transporte público no es nada complicado.
Una vez en Awana Kancha entramos sin ningún problema. Empezamos a caminar y ahí estaban las llamas, alpacas y vicuñas esperándonos. Fue en ese momento cuando descubrí que las tres eran diferentes gracias a las placas con información que se encuentran en el lugar. Una de las principales diferencias radica en el tamaño podríamos decir que las llamas son las más grandes y las vicuñas las más pequeñas.
Viendo sus caritas regordetas y los ojos de comida con los que te ven es imposible no querer alimentarlas. En la granja lo saben, es por eso que durante el recorrido encontrarás montones de hierba con la cual puedes alimentarlas. Aunque no hay un precio establecido para alimentarlas si hay letreros que indican dejar una propina. Al alimentarlas solo hay que tener cuidado con no ser mordido y convertirte en alpaca, ya que las mordidas las dan bastante fuerte.
Después de visitar las alpacas continuas con el recorrido donde las personas que viven el la granja explican un poco de los textiles que se obtienen de éstas tres especies, así como el proceso de teñido, después un poco de la demostración del tejido y por alguna extraña razón llegamos a los diferentes tipos de papa y maíz de la región, estaban muy orgullosos de la variedad que tenían.
El recorrido se termina en una tienda de souvenirs donde se ponen a la venta diversas prendas desde calcetines hasta elegantes ponchos para la mujer vanguardista que le gusta vertir sus textiles de alpaca con clase (comercial patrocinado por Awana Kancha). Además de textiles encuentras alpacas de peluche y adornos para el árbol de navidad, antes de visita Perú me pregunto ¿cómo distinguir si algo es de alpaca o no? Y la respuesta es sencilla el tacto no miente y mientras más suave mejor la calidad y más elevado el precio, por supuesto.
Si bien la entrada a Awana Kancha es gratis, de cierta manera esperan realices una compra antes de marcharte. A su favor diré que no son insistentes y también está la tiendita de conveniencia donde puedes comprar snacks o bebidas. Saliendo se puede esperar en la carretera por una combi rumbo a Pisac es un pueblo con un bonito mercado y ruinas que pertenecen al Valle Sagrado y se encuentran cerca de la zona. De aquí comenzamos nuestra aventura rumbo a Machu Picchu.
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